Mensajes positivos por las mañanas: la fórmula para ser más felices en nuestra rutina diaria
Lo dice la ciencia: la felicidad se puede entrenar. Y tomar el primer café de la mañana en una taza bonita que lo recuerde mientras nos saca una sonrisa es el primer paso para lograrlo.
Dicen los psicólogos que, del mismo modo que las flores crecen cuando les da la luz, las personas nos desarrollamos y somos más felices cuando estamos rodeados de energía positiva. Codearnos con quienes transmiten buenas vibraciones, vivir o trabajar en un espacio con ambiente y decoración agradables o estar expuesto a mensajes positivos son algunos de los principios básicos para sentirse mejor con uno mismo. Del mismo modo que arrancas mejor la jornada si tu compañero te recibe de buena mañana con una anécdota graciosa en lugar de una queja más sobre lo caótico del tráfico, la importancia de las frases asertivas ha impulsado los últimos años una creciente apuesta por el contenido motivacional.
Ya sea en forma de imagen en tu tablón de Pinterest o como esa frase impresa en la taza en la que disfrutas del primer café de la mañana, estos mensajes favorecen el pensamiento positivo. Según los expertos, existen unos circuitos neurológicos asociados al optimismo y, cuando se entrenan mediante el hábito, producen el cambio del pensamiento negativo al neutro y de este al positivo. Por eso no es lo mismo si te levantas pensando “uf, todavía es martes, ¡qué larga se me está haciendo la semana!”, que si lo haces ironizando sobre los rigores de despertarse al alba con la frase “madrugar es fácil, dijo nadie nunca”.
Ese es precisamente uno de los cuatro mensajes grabados en las tazas que McDonald’s acaba de lanzar. Con un mensaje para cada momento (“Madrugadores Social Club” escrito en la taza de color azul; “Felicidad = café”, en la marrón; “Necesito un café antes de hablar contigo”, en la roja; o el ya citado “Madrugar es fácil, dijo nadie nunca”, en la amarilla), estas tazas prometen convertirse en un entrenamiento diario del pensamiento positivo desde que disfrutas del desayuno. Esta contribución a desarrollar emociones agradables repercute en el resto de la jornada favoreciendo la creatividad cuando llegues a la oficina… y cuando salgas. “El pensamiento positivo puede ser tan beneficioso para prolongar nuestra vida como hacer ejercicio o dejar de fumar”, confirmaba recientemente un estudio de la universidad estadounidense Brigham Young.
Así, generar un ambiente tranquilo, optimista y feliz en el trabajo también pasa por afrontar la jornada laboral como una oportunidad para enriquecer tu vida, relacionarte con tus compañeros y mejorar habilidades más allá de las requeridas por el propio desempeño del puesto. Según la psicóloga británica Caroline Webb, que recopila en el libro ‘How to Have a Good Day’ (Cómo tener un buen día) las claves para sobrevivir a una jornada laboral sin perder la sonrisa, existen ocho consejos fundamentales para ser un poco más feliz:
- Tómate descansos inteligentes. A la hora de establecer pausas, por ejemplo, puedes aprovechar para tomar café con ese compañero con el que nunca encuentras tiempo para quedar después del trabajo o coger fuerzas antes de entrar en el despacho de tu jefe gracias al mensaje “necesito un café antes de hablar contigo” impreso en la taza roja de McDonald’s. Y no olvides dar paseos, meditar o mover un poco las piernas a lo largo de la jornada.
- Mejora tu lista de tareas. De nada sirve autoimponerse una lista de quehaceres imposibles de asumir. Para la autora, todas las listas deberían ocupar únicamente el día que tenemos por delante, de lo contrario nos frustraremos al no lograr completarlas.
- Sigue la regla ‘tres al día’. Esmérate en encontrar, al menos, tres cosas buenas que te hayan pasado en el día. Basta con recordar pequeños logros cotidianos como coger el tren en hora (es lo bueno de pertenecer al “Madrugadores Social Club”, como reza la taza azul), encontrarte un nuevo episodio de tu podcast favorito o sacar tiempo para tomar ese café a media mañana que te hace feliz en una taza que, con el mensaje “Felicidad = café”, te refresca la memoria.
- Créetelo. De nuevo, el pensamiento positivo tiene gran importancia. Creer en ti es fundamental para que los demás también lo hagan. Si piensas que vas a tener un mal día en el trabajo, probablemente lo acabes teniendo. De ahí la importancia de rodearse de mensajes positivos que nos recuerden que las cosas pueden salir bien.
- Sobrevive al transporte. Lejos de empezar el día malhumorado por el empujón que has recibido nada más poner un pie en el metro, la experta recomienda pensar que aquel que te lo ha dado es “una buena persona en un mal día”.
- Desintoxícate de la bandeja de entrada. Webb recomienda que solo miremos el correo un par de veces al día y que evitemos distraernos con la bandeja de entrada cuando estamos realizando otra tarea.
- Descansa y duerme bien. “No dormir lo suficiente es como olvidarte de guardar un documento en el que has trabajado todo el día” es una de las frases del libro que merece la pena enmarcar. Así que, si eres de los “Madrugadores Social Club”, por lo menos acuéstate pronto.
- Canta tu canción favorita. El último consejo proviene de la experiencia de la propia Webb, que solía cantar I Feel Love de Donna Summer antes de reunirse con un cliente importante. “Nuestros cerebros son muy asociativos y solo tenemos que experimentar algo bueno para disparar los pensamientos relacionados con eso”, afirma la autora. Es decir, si estamos nerviosos o tenemos miedo, basta con recordar una canción que nos haga sentir bien para que se nos pase. O con toparnos encima del escritorio con esa taza de McDonald’s que nos arranca una sonrisa siempre que la vemos. Ya sabes, Tazas = Felicidad. Descubre más sobre las tazas de McDonald’s en www.mcdonalds.es