El cáncer de la cursilería

La ópera prima de Shannon Murphy ofrece un retrato fallido de una paciente terminal adolescente

La ópera prima de la australiana Shannon Murphy se pierde en la búsqueda de un tono sentimental que acaba resultando pretencioso y afectado. La historia de una adolescente enferma de cáncer que se encapricha con un yonqui al que conoce en la estación de tren antes de ir al colegio juega sin éxito al neomelodrama. Una historia de amor condenada al fracaso en la que pesa un problema de raíz: no te las crees. No porque una chica de buena familia se cuelgue y convierta en su inesperada tabla ...

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La ópera prima de la australiana Shannon Murphy se pierde en la búsqueda de un tono sentimental que acaba resultando pretencioso y afectado. La historia de una adolescente enferma de cáncer que se encapricha con un yonqui al que conoce en la estación de tren antes de ir al colegio juega sin éxito al neomelodrama. Una historia de amor condenada al fracaso en la que pesa un problema de raíz: no te las crees. No porque una chica de buena familia se cuelgue y convierta en su inesperada tabla de salvación a un chico descarriado (un cliché, por otro lado, del amor adolescente) sino porque Murphy apenas logra componer a unos personajes interesantes enfrentados a un dolor inimaginable.

Shannon Murphy intenta sin demasiada fortuna cierta originalidad al estructurar el filme en capítulos de títulos naif

El problema principal es su personaje central, una chica que en su búsqueda de las experiencias de una vida que se perderá resulta caprichosa y bastante boba. Tanto que no logra provocar demasiada empatía en el espectador, lo que anula todo dramatismo. La actriz australiana Eliza Scanlen (Heridas abiertas, Mujercitas) no salva a un personaje en la cuerda floja que acaba resultando cargante, mientras que Toby Wallace, pese a trabajar también con un personaje al límite, conduce mucho mejor los arrebatos desquiciados de su desvalido outsider.

Seleccionada para el concurso del último festival de Venecia, Shannon Murphy intenta sin demasiada fortuna cierta originalidad al estructurar el filme en capítulos de títulos naif, también al mezclar colores y texturas que confunden lo ingenuo con lo cursi e inane.

El cáncer de la hija también podría justificar el comportamiento errático de los padres —¿cómo no ante semejante tragedia?—, pero todo resulta de una frivolidad insoportable, del tratamiento de las drogas (al padre también le da por picarse morfina) al del sexo. En definitiva, todo demasiado enrevesado con el fin de darle un tratamiento novedoso a un argumento del todo previsible.

EL GLORIOSO CAOS DE LA VIDA (BABYTEETH)

Dirección: Shannon Murphy.

Intérpretes: Eliza Scanlen, Toby Wallace, Ben Mendelsohn, Essie Davis, Andrea Demetriades,

Género: drama. Australia, 2019.

Duración: 120 minutos.

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