Cambios en el trabajo, ética en la empresa, geopolítica incierta, presión en las redes: claves para entender el futuro

La segunda jornada del foro del proyecto Tendencias de EL PAÍS reúne en la reflexión a la filósofa Adela Cortina, los cineastas Los Javis, científicos, analistas y empresarios

De izquierda a derecha, Guillermo Altares, Luis Jesús Pérez López, Ángel Sáenz de Cenzano, y Marta Montojo, en la segunda jornada del evento Tendencias, en Madrid, este martes.JUAN BARBOSA

Para que el futuro deje de dar miedo, quizás lo preciso sea entenderlo. Con este espíritu nace Tendencias, el nuevo proyecto de EL PAÍS. En la segunda jornada de su foro, celebrada este martes en el madrileño Teatro Platea, se habló de inteligencia artificial, de salud, de geopolítica, de la transformación laboral, de ética empresarial. Y de redes sociales, como comenzaron haciendo, de buena mañana, los creadores apodados como Los Javis.

“Las redes han tenido un impacto enorme en nuestras vidas: nos conocimos por Face...

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Para que el futuro deje de dar miedo, quizás lo preciso sea entenderlo. Con este espíritu nace Tendencias, el nuevo proyecto de EL PAÍS. En la segunda jornada de su foro, celebrada este martes en el madrileño Teatro Platea, se habló de inteligencia artificial, de salud, de geopolítica, de la transformación laboral, de ética empresarial. Y de redes sociales, como comenzaron haciendo, de buena mañana, los creadores apodados como Los Javis.

“Las redes han tenido un impacto enorme en nuestras vidas: nos conocimos por Facebook”, dijo uno de ellos.

Los Javis son dos javieres audiovisuales: Javier Calvo y Javier Ambrossi. Despuntaron con La Llamada y Paquita Salas, siguieron con La Veneno y ahora están con La mesías. En el evento Tendencias charlaron con el periodista de EL PAÍS Manuel Jabois sobre las relaciones personales en la era digital.

Los artistas, también los periodistas, cualquiera que tenga un trabajo público, puede ahora, a través de las redes, estar en contacto directo con las opiniones que genera lo que hace. Se ha ganado en transparencia y democratización, aunque tal vez ganar no sea el verbo correcto. “¿Realmente hay más transparencia?”, se preguntó Ambrossi, “yo creo que las redes no reflejan la realidad, creo que se mueven por un motor radical. Casi nadie se molesta en escribir que algo le ha parecido OK”.

Las redes serían, según el relato de estos artistas, el espejo deformando del esperpento aplicado a la opinión pública. Algo así entendió Calvo: “Antes me metía a comprobar lo que pensaban de mí, pasé por el proceso de entender que lo escriben sobre ti no es lo que piensan sobre ti. La necesidad de valorar constantemente hace que la gente pase por delante de los sentimientos de cualquiera”. El juego de las redes sociales es también el juego de la vanidad que roza tan íntimamente con la inseguridad y el deseo de reconocimiento. Sobre esto han pensado mucho Los Javis. “¿Por qué me sigo haciendo selfis para que piensen que soy guapo? ¿Por qué necesito esa validación?”, se preguntó Ambrossi.

Adaptarnos a la tecnología

El redactor jefe de Cultura de EL PAÍS, Guillermo Altares, recordó los trillos de la película Nobleza baturra (Florián Rey, 1935) y cómo estos pasaron de ser herramientas agrícolas a convertirse en la base para la elaboración de muebles, por obra de la obsolescencia tecnológica.

Este fue el planteamiento de la mesa La carrera global por la actualización laboral. Se habló de cómo los avances tecnológicos pueden “expulsar” a personas (o, diciéndolo más suavemente, tareas) del mercado de trabajo, de la rapidez con la que sucede la revolución tecnológica en la que estamos inmersos, de la evanescencia de todo: olvidémonos de la estabilidad y las certezas, el mundo laboral estará lleno de incertidumbre y debemos aprender a adaptarnos a sus exigencias.

“El 65% de las carreras que estudien los niños que están ahora en educación infantil, todavía no existen”, recordó Luis Jesús Pérez López, presidente de la Comisión Diálogo Social del Foment del Treball, “el mercado de trabajo se está transformando, como en todas las revoluciones industriales”. Los ponentes estuvieron de acuerdo en cierto fatalismo tecnológico y cierto tecnoptimismo: se destruirán puestos de trabajo, sí, pero se crearán otros.

Pero crece la precariedad. “Los jóvenes de hoy no están tan preocupados por la seguridad, lo que les importa de verdad es que el trabajo se alinee con algo que tenga sentido en su vida. No solo el trabajo como un ganapán, que también”, afirmó Marta Montojo, directora de Carreras Profesionales de la Universidad Francisco de Vitoria. El reto es adaptar la población activa a las nuevas realidades laborales, no solo novedosas, sino también en continuo cambio. “Vemos cosas que eran imposibles y dejamos de hacer cosas que eran naturales”, explicó Ángel Sáenz de Cenzano, director general de LinkedIn en la península Ibérica, quien añadió: “Ya no habrá aquella linealidad de las carreras, viviremos en la necesidad de una constante adaptación”. Lo llaman reskilling.

Dependencia geopolítica

El reto se presenta también en el panorama internacional, como se reflejó en la charla Adaptación al cambio: geopolítica para un nuevo escenario empresarial, moderada por el corresponsal de Asuntos Globales de EL PAÍS, Andrea Rizzi. “La interdependencia es hoy la característica, al contrario que durante la Guerra Fría”, centró el periodista.

“La geopolítica, la sostenibilidad y la tecnología son los ejes en torno a los cuales debe configurarse la estrategia a largo plazo de las empresas”, dijo Elena Salgado, exministra y presidenta de la Fundación Abertis. También tres grandes eventos geopolíticos influyentes: la rivalidad entre Estados Unidos y China (que arrastra a Europa), la guerra de Ucrania y la pandemia. ¿Qué deben hacer las empresas? “Tener en consideración los riesgos, compararlos con la posibilidad de una inversión, establecer alternativas y diversificación, e incluso un seguro”, dijo Salgado.

La filósofa y catedrática emérita de Ética en la Universidad de Valencia, Adela Cortina, durante su ponencia en el evento Tendencias, en Madrid, este martes. Santi Burgos

“La mayoría de los expertos descartan un conflicto armado entre EE UU y China”, señaló Charles Powell director del Real Instituto Elcano, aunque no negó las posibles turbulencias en torno a Taiwán y el mar de China. “Tener que elegir entre EE UU y China nos pone en una situación muy vulnerable”, añadió. En relación con el sur global “estamos en un momento crítico, y el conflicto de Gaza ha hecho mucho daño”, afirmó Powell, “se nos va a acusar de tener un doble rasero en el conflicto entre Israel y Palestina y eso va a afectar a nuestra credibilidad ante los países del sur global”.

La responsabilidad de las empresas

La filósofa Adela Cortina dio la pequeña charla Ciudadanos y personas responsables frente a la gobernanza global. “La empresa y su responsabilidad social son grandes temas de nuestro tiempo. Hemos visto un giro en este sentido. En los años 70, el economista Milton Friedman dijo que la única responsabilidad de la empresa era producir beneficios para los accionistas. Hemos vivido un progreso, que hay que apoyar”.

Ahora las empresas no solo deben tratar de aumentar el beneficio, sino de hacerlo generando de paso buenas sociedades, al menos en la teoría. Se ha llamado capitalismo de stakeholders el que se preocupa de todos los grupos de interés alrededor de la actividad de la empresa, como señaló Edward Freeman y que ha apoyado Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial. “Más bien de todos los afectados por la actividad de las empresas”, añadió Cortina. Eso es para la filósofa el concepto que ha triunfado de responsabilidad social y el que hay que fomentar. Se contemplan el balance económico y medioambiental, “pero no hay que olvidar el balance social. La idea del triple balance es muy positiva”, concluyó Cortina.

Tendencias es un nuevo proyecto de EL PAÍS, con el que el diario aspira a abrir una conversación permanente sobre los grandes retos de futuro que afronta nuestra sociedad. La iniciativa está patrocinada por Abertis, Enagás, EY, Iberdrola, Iberia, OEI, Redeia, Santander, Telefónica y el partner estratégico Oliver Wyman.

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