Desarticulada una banda de 50 personas con cinco toneladas de hachís en Tarifa
La Guardia Civil se ha incautado asimismo de nueve embarcaciones y dos vehículos todoterreno
La Guardia Civil ha intervenido 5.176 kilos de hachís a una banda formada por 50 personas —41 de ellos detenidos y nueve investigados— en Tarifa (Cádiz), en la denominada Operación Ropero. La organización utilizaba embarcaciones de alta velocidad o recreativas y dos vehículos todoterreno para introducir el hachís por mar y tierra en las costas gaditanas.
El Instituto armado se percató a finales de 2018 de que una organización criminal liderada por dos vecinos de Tarifa traficaba con hachís, utilizaba embarcaciones ...
La Guardia Civil ha intervenido 5.176 kilos de hachís a una banda formada por 50 personas —41 de ellos detenidos y nueve investigados— en Tarifa (Cádiz), en la denominada Operación Ropero. La organización utilizaba embarcaciones de alta velocidad o recreativas y dos vehículos todoterreno para introducir el hachís por mar y tierra en las costas gaditanas.
El Instituto armado se percató a finales de 2018 de que una organización criminal liderada por dos vecinos de Tarifa traficaba con hachís, utilizaba embarcaciones rápidas —conocidas como gomas— por las playas de Bolonia, y otras recreativas a través del Puerto de Tarifa en dobles fondos de vehículos procedentes de Tánger (Marruecos).
Tras meses de investigación, la Guardia Civil identificó dos grupos en tierra, cada uno de ellos liderado por un cabecilla y formado por porteadores y conductores de los coches que llevaban la droga desde la playa hasta las guarderías, además de personas para la custodia del hachís, según un comunicado del Instituto armado.
Por otro lado, otro grupo hacía las labores desde el mar, con tres hombres y una mujer de plena confianza de los líderes de la organización. Estos pilotaban las embarcaciones y desarrollaban labores logísticas en el mar, como el arreglo de embarcaciones, repostaje y cambio de tripulaciones. Además, contaban con personas interpuestas ajenas a la organización que hacían de testaferros para comprar embarcaciones.
La organización se adaptaba para utilizar diversas vías de introducción de la droga en la Península: por vía marítima, con embarcaciones semirrígidas de gran potencia, embarcaciones recreativas y motos de agua; por vía terrestre en dobles fondos de vehículos por el Puerto de Tarifa; y terceras personas que recogían el hachís de otras organizaciones que llegaba a la playa, tras ser arrojado al mar por las tripulaciones para escapar o por otros motivos. Este hachís lo guardaba y lo vendían a otras organizaciones o al por menor, indican los investigadores.