Casado, a los fugados a Vox: “Ya hemos cambiado”

El PP pide no tener “miedo al trifachito” y que los futuros socios no se pisen “la manguera”

Pablo Casado, en el mitin en Madrid de cierre de campaña electoral. En vídeo, así ha sido el acto de cierre de campaña del PP.Vídeo: Samuel Sánchez

Tras las demostraciones de fuerza de Vox en tradicionales feudos del PP como Murcia o Valencia, el candidato popular, Pablo Casado, ha abierto este viernes —último día de campaña— la puerta a un Ejecutivo con ministros del partido de Santiago Abascal o del de Albert Rivera. “¿Para qué vamos a andar pisándonos la manguera entre nosotros si lo que tenemos que hacer es sumar?”, dijo.

Casado insistió, como ha hecho en los últimos días, en que quienes les dejaron por Vox ya no tienen ...

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Tras las demostraciones de fuerza de Vox en tradicionales feudos del PP como Murcia o Valencia, el candidato popular, Pablo Casado, ha abierto este viernes —último día de campaña— la puerta a un Ejecutivo con ministros del partido de Santiago Abascal o del de Albert Rivera. “¿Para qué vamos a andar pisándonos la manguera entre nosotros si lo que tenemos que hacer es sumar?”, dijo.

Casado insistió, como ha hecho en los últimos días, en que quienes les dejaron por Vox ya no tienen motivos para no volver a votar al PP. “Que nadie diga: ‘Os votaría, pero tenéis que cambiar. Ya hemos cambiado. Ya hemos corregido. Hemos aprendido de nuestros errores”, señaló Casado en un mitin en el que reivindicó a Rita Barberá: “Una alcaldesa de bandera”. En su día, cuando los populares la empujaban a marcharse para liberarse del escándalo de corrupción, el ahora líder popular dijo de ella: “Sería mejor que dejara el escaño [de senadora]”.

El candidato respondió a la entrevista de Pedro Sánchez en el EL PAÍS —él no la aceptó—, asegurando que no había que tener “miedo al trifachito” y sí a la recesión y la ruptura de España. “Estas son las elecciones más trascendentales de la historia de la democracia. Se juega la propia existencia de nuestra nación”, afirmó en el mitin de cierre en Madrid, en el WiZink Center (antiguo Palacio de los Deportes) y ante 10.000 personas, según el PP.

Antes de que comenzara el mitin, se proyectó un vídeo con imágenes de la campaña. El candidato cogía bebés en brazos, subía a un tractor, tocaba la guitarra, visitaba fábricas y se abrazaba con simpatizantes aquí y allá. La mayoría de esos actos no arrojaron las imágenes de aforos desbordados que sí ofreció Vox. En el PP lo justificaban diciendo que el partido de Abascal tenía un solo acto al día y ellos, varios.

La número uno por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, insistió en el mensaje del regreso a las esencias, al PP verdadero. “Sí, nos agredieron. Nos insultaron. Ya sabéis: facha, machista. Pobrecitos, su vocabulario es chiquitito. Pero otros muchos catalanes nos vitorearon y nos dijeron: ‘Habéis vuelto”. Álvarez de Toledo criticó a Cs —“Unos días quieren ser Rosalía, otros la Virgen María”— y a Vox — “No es la derecha. Son el partido fácil”—. El PP dedica los últimos minutos de atención a un solo objetivo: recuperar los votantes que se han ido con Abascal.

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