Detenidos 18 narcos que torturaron a un hombre por un robo de hachís

La banda, al que se le ha decomisado más de seis toneladas de droga, empleaba la desembocadura del Guadalquivir para sus alijos

Dos dedos amputados con saña fueron el precio que pagó un joven de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) por jugársela a una peligrosa banda de narcos del hachís. El secuestro y tortura de este individuo, acusado por el grupo de un robo de droga, ha precipitado la caída de una organización criminal que empleaba la desembocadura del Guadalquivir para alijar droga desde Marruecos. La Guardia Civil ya ha detenido 18 narcotraficantes y busca a tres más, para los que ha emitido órdenes de detención internacional. Además, los agentes se han hecho con ...

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Dos dedos amputados con saña fueron el precio que pagó un joven de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) por jugársela a una peligrosa banda de narcos del hachís. El secuestro y tortura de este individuo, acusado por el grupo de un robo de droga, ha precipitado la caída de una organización criminal que empleaba la desembocadura del Guadalquivir para alijar droga desde Marruecos. La Guardia Civil ya ha detenido 18 narcotraficantes y busca a tres más, para los que ha emitido órdenes de detención internacional. Además, los agentes se han hecho con 6.120 kilos de hachís.

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Hacía meses que los agentes seguían la pista de los ya apresados en la denominada Operación Cuatroymedio. Los investigadores iniciaron sus pesquisas cuando tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal “con una estructurada jerarquizada” afincada en la desembocadura del río Guadalquivir, según ha precisado este jueves el Instituto Armado en un comunicado. Al mando de la banda había varios cabecillas que organizaban el traslado de los fardos de hachís desde Marruecos, a bordo de lanchas semirrígidas.

Ya en tierra, empleaban todoterrenos robados —adquiridos ilegalmente en Málaga— para alijar la droga y llevarla a guarderías que tenían repartidas por distintos emplazamientos entre Cádiz y Sevilla. Desde esos espacios preparados para custodiar grandes cantidades de hachís, los narcos se encargaban de distribuir pequeñas partidas de droga a otras ciudades de España.

Pese a que la Guardia Civil tenía avanzada tanto la identificación como el modus operandi de la banda, el secuestro del sanluqueño precipitó la caída de los delincuentes. Los agentes interceptaron un vehículo en el que viajaban varios miembros de la organización. Custodiaban a un joven con señales de estar herido en una mano. Resultó que ese individuo llevaba secuestrado varios días ya que le acusaban del supuesto robo de un alijo de hachís. Intimidado con armas de fuego, también había sido torturado con violencia. Cuando los guardias civiles le encontraron en dicho vehículo, le habían amputado dos dedos, por lo que tras su liberación necesitó de asistencia médica.

La liberación del joven provocó que, una a una, fuesen cayendo las distintas guarderías operativas que tenía la banda y, con ellas, distintos integrantes de la organización. Tras las nuevas pesquisas, la Guardia Civil descubrió que los narcos empleaban una nave agrícola de Jerez para esconder su mercancía. Allí intervinieron 3.000 kilos de hachís que estaban distribuidos en 102 fardos. Además, encontraron un todoterreno de origen sustraído y dos armas, una pistola del calibre 9 corto y un revólver del calibre 38.

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Pese a estar cada vez más cercados, la organización no relajó su actividad delictiva. El siguiente golpe del operativo llegó cuando los narcos intentaban introducir droga a través del río Guadalquivir. Los guardias civiles detuvieron a seis de los participantes del traslado a la altura de Lebrija (Sevilla) cuando se encaminaban a culminar el alijo. Además, se hicieron con 78 fardos de hachís, con un total de 2.340 kilos, y de otro todoterreno robado que había sido preparado para transportar la droga.

Y todavía quedaba otra guardería más. En este lugar, cuya ubicación exacta no ha trascendido, los investigadores localizaron 720 kilos de hachís (24 fardos) y un todoterreno robado más procedente de Málaga. Además de las dos armas de uso prohibido, los agentes han conseguido recuperar en la operación un total de 6.120 kilos de hachís y 10 vehículos de los que cinco figuraban como robados.

En las distintas fases de la investigación, los guardias civiles de la unidad de Policía Judicial —adscritos a las comandancias de Cádiz y Málaga— han conseguido detener a 18 personas que considera integrantes de la banda. Todos ellos han ido cayendo en el transcurso de una operación que también ha contado con el apoyo de agentes del Grupo de Acción Rural.

Tras su detención, los sospechosos ya han pasado a disposición del Juzgado Mixto 3 de Sanlúcar de Barrameda. El juez ha decretado ya el ingreso en prisión de 12 de los detenidos y la libertad con cargos a la espera de juicio de los otros seis. Además, el titular ha decretado una orden de detención internacional para otros tres miembros de la banda criminal que se encuentran fuera de España.

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