‘Calabozos calientes’ para inmigrantes en Cádiz
Remesas de inmigrantes entran y salen de las comisarías con destinos inciertos
Las últimas llegadas de decenas de pateras en las dos últimas semanas, coincidiendo con el fin del Ramadán y el comienzo del verano, han desbordado todas las expectativas. Este lunes llegaban 668 inmigrantes, 432 rescatados en el Estrecho y 236 en el Mar del Aloborán, que se sumaban a los casi mil del fin de semana del 17 de junio y a los cerca de 800 (incluyendo los 129 en Canarias) del fin de semana pasado. ...
Las últimas llegadas de decenas de pateras en las dos últimas semanas, coincidiendo con el fin del Ramadán y el comienzo del verano, han desbordado todas las expectativas. Este lunes llegaban 668 inmigrantes, 432 rescatados en el Estrecho y 236 en el Mar del Aloborán, que se sumaban a los casi mil del fin de semana del 17 de junio y a los cerca de 800 (incluyendo los 129 en Canarias) del fin de semana pasado. “Venimos anunciando esta situación desde hace meses y somos los mismos efectivos para todo, unos cinco agentes por cada una de las cinco comisarías de Cádiz que trabajan con los extranjeros", relata un agente de policía de la zona.
"En primavera empezamos una ronda de turnos y se van derivando, desde Tarifa o Barbate, a las comisarías de Puerto de Santa María, San Fernando, Cádiz, Jerez de la Frontera, La Línea y Algeciras, donde cuentan con algo más de una decena de funcionarios porque tienen tres grupos de extranjeros”. Las distintas comisarías de policía, adonde llegan los inmigrantes desde los saturados pabellones de Tarifa y Barbate, cuentan en sus calabozos con una 20 plazas cada una, a excepción de Algeciras, donde caben unos 50, y Cádiz, donde no puede entrar ninguno “porque llevamos meses en obras”, asegura otro agente. “Estamos en un régimen de “calabozos calientes”, entran unos y salen otros”, describen. “Con la mitad de los recursos que dedicaron para recibir al Aquarius aquí hacemos virguerías”, añade.
Pateras "dos en uno"
La Policía ha comenzado a detectar, sobre todo en la zona de Algeciras, la llegada de pateras con inmigrantes y fardos de hachís. Es una zona mucho más acantilada y les utilizan para subir los fardos de droga a la carretera. “Dos en uno, son inmigrantes y transportistas de droga y encima pagan hasta 7.000 euros por ese viaje”, aseguran. La presión policial en La Línea, lugar habitual de desembargo de narcolanchas, está desplazado el negocio hacia la zona de Algeciras, donde no es tan fácil el acceso a las llamadas guarderías, las casas o garajes pegados a las playas en las que suele alijarse la droga.
Una nueva explanada para inmigrantes
La Guardia Civil ya ha cerrado la entrada al pabellón que habían habilitado en Tarifa, ante la saturación, mientras se piensa en una solución alternativa: “Una explanada entre La Línea y Algeciras, perteneciente a la autoridad portuaria, que cuenta con dos naves abandonadas que se usaban de vez en cuando para reparaciones de barcos, es uno de los sitios en el que se está pensando para descongestionar los actuales centros de llegada”, aseguran fuentes policiales de Algeciras. “Está ubicada al lado del Hotel Rocamar”, señalan.
De momento, ante la falta de un plan y la incesante llegada de pateras, todos los servicios están desbordados. “Hasta las ONG dejaron de venir el fin de semana a recoger inmigrantes a la comisaría porque no tienen dinero”, asegura un policía que trabaja en Inmigración y que explica que “lo habitual es que manden un autobús con un conductor que se los lleva al destino de la ONG de turno, pero ya ha habido más de uno que se ha negado a llevarse solo a todos esos inmigrantes, por miedo a lo que pueda suceder en el trayecto”. Es decir, expediente de devolución en mano, la mayoría de los inmigrantes subsaharianos son acogidos por las ONG de la zona.
Los menores ingresan en los más que saturados centro de menores: “Hay tres en Cádiz, que utilizan a modo de posadas para reponer fuerzas una o dos noches: duermen en colchonetas en el suelo, que no permiten ni cerrar ni abrir las puertas, y siguen su camino”, según cuentan trabajadores sociales de esos centros.
Por último, los marroquíes tratan de ser devueltos a través de la frontera del Tarajal y llegando en barco hasta Ceuta, “pero Marruecos solo acepta 20 por día”, apunta un funcionario.
La situación es crítica. Los agentes de las unidades de Seguridad Ciudadana están dedicados a labores de recepción, traslado y custodia de los inmigrantes que llegan o se van. La dinámica, contada por uno de ellos es la que sigue: “Los trae la Guardia Civil desde los centros de llegada de los puertos atendidos por Cruz Roja, los metemos en los calabozos, les tramitamos los expedientes de devolución en aproximadamente un día, y si podemos en menos tiempo, y cada uno va para donde supuestamente le corresponde”.
Al clima de caos y desbordamiento hay que añadir que “algunos comienzan a tomarse ya las vacaciones y hay menos gente trabajando en las comisarías”. Aun así, aseguran los funcionarios, "se están tramitando una media de 40 expedientes diarios por comisaría", pero se calcula que solo en el centro de llegada de Tarifa y cerca de 500 inmigrantes esperando destino.