Amenazada por carta la víctima del ‘caso Romanones’
El denunciante recibe un escrito que exige que retire la denuncia contra el cura imputado
"Quita la denuncia, hijo de puta". Este mensaje anónimo ha sido enviado por carta desde Granada hasta el domicilio de la víctima del caso Romanones, que investiga el supuesto abuso a un joven cuando era monaguillo. El sacerdote Román Martínez está imputado y otras 11 personas, de la iglesia y seglares, se han visto implicadas. El joven ha denunciado las amenazas ante la policía.
El caso Romanones se abrió cuando, el pasado noviembre, ...
"Quita la denuncia, hijo de puta". Este mensaje anónimo ha sido enviado por carta desde Granada hasta el domicilio de la víctima del caso Romanones, que investiga el supuesto abuso a un joven cuando era monaguillo. El sacerdote Román Martínez está imputado y otras 11 personas, de la iglesia y seglares, se han visto implicadas. El joven ha denunciado las amenazas ante la policía.
El caso Romanones se abrió cuando, el pasado noviembre, un joven de 24 años denunció al sacerdote Martínez como líder de un clan de curas y seglares que cometieron supuestos abusos cuando el afectado era monaguillo y tenía entre 14 y 17 años. El relato llegó por carta hasta Roma y provocó la llamada telefónica del papa Francisco, quien le pidió perdón al joven en nombre de la Iglesia.
El Juzgado de Instrucción 4 de Granada lleva la investigación y la carta anónima se produce a pocos días de la citación para la declaración de nuevos testigos propuestos por la defensa de Román Martínez, prevista para el próximo 11 de noviembre.
La carta, según ha concretado el letrado de la víctima, Jorge Aguilera, es un manuscrito con mayúsculas que ha causado "desasosiego" en el denunciante, que en ningún momento se ha planteado renunciar al procedimiento abierto. Todo lo contrario, el joven ha remitido el escrito a la policía para que investigue el origen de la carta y ha ratificado su intención de llegar hasta el final.
De las doce personas imputadas inicialmente, solo queda una bajo investigación judicial, ya que la Audiencia de Granada decidió declarar prescritos los delitos atribuidos al resto. En los dispositivos informáticos, electrónicos y telefónicos intervenidos en la causa no se han hallado evidencias del delito investigado.