El riesgo mortal de volver a las carreteras

España afronta el reto de reducir, con un parque móvil "obsoleto" y menor inversión vial, los fallecidos en accidente tras subir por primera vez en 11 años

Un accidente ocurrido este julio en la A-5, a la altura de Móstoles (Madrid).EFE

La cuesta abajo que recorría España desde hace una década se acaba de topar con un cambio de pendiente. Viene un repecho. Los datos difundidos por la DGT esta semana revelaron que el número de muertos en las carreteras aumentó en 2014 por primera vez en once años. Hasta 1.688 personas se dejaron la vida en un accidente de tráfico: ocho más que en 2013. Un cambio de tendencia que ...

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La cuesta abajo que recorría España desde hace una década se acaba de topar con un cambio de pendiente. Viene un repecho. Los datos difundidos por la DGT esta semana revelaron que el número de muertos en las carreteras aumentó en 2014 por primera vez en once años. Hasta 1.688 personas se dejaron la vida en un accidente de tráfico: ocho más que en 2013. Un cambio de tendencia que llevaba anunciando el sector más de un año y que las autoridades se resistían a reconocer. Hasta hace apenas unos días, cuando han puesto el foco en el "obsoleto" parque móvil para explicar este incremento. Las asociaciones de automovilistas centran la atención, en cambio, en otro factor: el desplome de la inversión en mantenimiento de las vías.

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Y esa pelota se sitúa en el tejado del Ministerio de Fomento, que redujo el presupuesto destinado a la conservación de las carreteras un 40% entre 2008 y 2012, según los datos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). "Se ha reducido el gasto y eso tiene sus efectos: por ejemplo, el asfalto agarra menos. De ahí que las salidas de vías sean ya el principal tipo de accidente. Uno de cada tres ocurre así", añade Jorge Castellanos, coordinador de Movilidad y Seguridad Vial del RACE.

Un devastador informe publicado hace un año por la Asociación Española de la Carretera (AEC) ya apuntaba en esa dirección. El estudio, que considera que la situación de las vías "es la peor desde 1985", cifra en 6.200 millones de euros la inversión necesaria para devolver las calzadas a un óptimo estado y calcula que deben reponerse 330.000 señales, repintar las marcas viales de 52.000 kilómetros y revisar el 82% de las luminarias. "Estamos acumulando un brutal deterioro de la red de carreteras", analiza Mario Arnaldo, presidente de la AEA, que amplía esa tesis: "No estamos invirtiendo lo necesario. En la década de los ochenta, el primer plan de carreteras fue el que hizo descender el número de muertos: con medidas como el desdoblamiento de vías se evita las colisiones frontales en adelantamiento

Los accidentes en España, al detalle

  • Tipo de vías. Los fallecidos en vías interurbanas aumentaron en 2014 hasta los 1.247, frente a los 1.230 de 2013. En urbanas descendieron: pasaron de 450 a 441.
  • La siniestralidad. Los datos de 2014 arrojan otra conclusión. Hubo más muertos en vías interurbanas, pese a que disminuyeron en ellas los accidentes con víctimas: 35.147 hubo el pasado año, frente a los 37.297 de 2013.

"La influencia del mantenimiento de las carreteras nunca lo verás en los análisis que hace la DGT sobre fallecidos. Su silencio es absoluto", sentencia de inmediato Arnaldo, en referencia a la intervención que la directora general de Tráfico, María Seguí, hizo durante la presentación de las cifras de siniestralidad de 2014. Ese día, Seguí incidió en varios factores. Primero, en el "envejecido" parque móvil español: la edad media de los vehículos el pasado año era de 10,2 años, frente a los 6,5 que tenían en 2007. "El riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos en automóviles de menos de 5 años con los de vehículos de 15 a 19 años", recalcaba ya el informe de la DGT de 2013.

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Pero no solo se trata de coches más viejos, sino también en peor estado. Según los datos recogidos por el Observatorio Español de Conductores en una encuesta a 3.300 automovilistas, un 36,9% había renunciado a las reparaciones "no urgentes", un 21,7% al mantenimiento mecánico y un 19,7% al cambio de neumáticos. "En los últimos años hemos registrado un incremento del 20% de las llamadas para intervenciones derivadas del mal estado de las ruedas", apostilla Castellanos.

Tráfico, a su vez, también incide en otro factor clave que explica, en su opinión, el aumento de los fallecidos: el primer alza de la movilidad desde 2009, derivado de la "mejora" económica. Según sus propias cifras, los desplazamientos de largo recorrido aumentaron un 1,6% en 2014. Aunque, este argumento no lo compran los colectivos de conductores y víctimas, que recuerdan que en 2006 la circulación creció más de un 4% y ese año los muertos disminuyeron un 9%. Estos colectivos, como Stop Accidentes y DIA, reprochan principalmente a la DGT que “ha bajado la guardia” y que falta un “verdadero proyecto de seguridad vial”.

Los fallecidos en furgoneta crecen y se retrocede a niveles de 2010

Seguí reconoció esta semana que el balance de fallecidos de 2014 arroja una "llamativa" cifra: el número de fallecidos en accidente de furgonetas se ha duplicado en apenas un año. Ha pasado de los 52 de 2013 a los 100 del pasado ejercicio. Ese incremento implica romper una tendencia a la baja de siete años y retroceder a niveles de 2010, cuando los muertos fueron 104. Este brutal aumento ya lo vaticinó el sector del transporte el pasado año. Los sindicatos, las asociaciones de transportistas y los principales partidos de la oposición vincularon la mayor accidentalidad a la "liberalización" y "desprofesionalización" del sector tras la entrada en vigor de la reforma de la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre (LOTT) a mediados de 2013. Esa normativa permite "que cualquiera, sin necesidad de un carné de transportista como se exigía antes, pueda ser titular de una furgoneta de menos de 3,5 toneladas y utilizarla para llevar mercancías".

Para combatir este alza, el RACE apuesta por una mayor formación de los conductores de furgonetas. "Pueden llevarlas con un simple carné B", explica Castellanos, que también echa en falta más inversión de las empresas en prevención de riesgos laborales.

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