Un oasis con casino y campo de golf

Carmen Jiménez aún recuerda el día en el que su padre le dijo que se mudaban a Tomares (Sevilla). Ella tenía 17 años. “No paraba de llorar, no quería irme de Sevilla y dejar a mis amigas. Pero mi padre me decía que allí la vida sería mucho mejor y que era un sitio con mucho futuro”, recuerda. Más de tres décadas después, las palabras del padre de Jiménez han cobrado sentido. Desde hace seis años Tomares encabeza la lista de los municipios andaluces en renta per cápita y en renta media declarada. En este último caso, la localid...

Carmen Jiménez aún recuerda el día en el que su padre le dijo que se mudaban a Tomares (Sevilla). Ella tenía 17 años. “No paraba de llorar, no quería irme de Sevilla y dejar a mis amigas. Pero mi padre me decía que allí la vida sería mucho mejor y que era un sitio con mucho futuro”, recuerda. Más de tres décadas después, las palabras del padre de Jiménez han cobrado sentido. Desde hace seis años Tomares encabeza la lista de los municipios andaluces en renta per cápita y en renta media declarada. En este último caso, la localidad sevillana se sitúa en 25.477,63 euros de renta media, frente a los 19.989,68 de Sevilla capital o los 16.804,41 euros de Marbella, según datos de la Junta de Andalucía en 2012.

La historia de la familia de Carmen Jiménez refleja dos de los secretos que explican el crecimiento del municipio: la intuición sobre su desarrollo y la emigración desde la capital hispalense a los municipios de su alrededor (Tomares está a siete kilómetros de Sevilla). “En los últimos treinta años la población se ha multiplicado por cinco”, explica el concejal de Comercio, José María Soriano. Ha pasado de 5.785 habitantes en los años ochenta a 24.501 en 2014. Y ese aumento ha ido de la mano de un “crecimiento urbanístico ordenado”, o viceversa. “Tomares fue uno de los primeros municipios que comenzaron a urbanizarse. Y sabía cómo quería crecer”, señala Soriano. De ahí su apuesta por las urbanizaciones de casas adosadas.

A sus grandes avenidas, complejos de lujo (con viviendas de más de un millón de euros) y concesionarios de alta gama se suman como símbolos de Tomares el Club Zaudin Golf Sevilla y el Gran Casino Aljarafe. Esta oferta ha ido atrayendo al municipio a un perfil muy determinado de profesionales: empresarios, autónomos y, principalmente, funcionarios que trabajan en la capital. Otra de las razones que explican su desarrollo. “Son personas con estudios universitarios, profesionales liberales, de clase media o media alta y de unos 45 años”, explica el presidente de los empresarios del municipio, José Ignacio Bilbao, quien sostiene que el espíritu emprendedor les “viene de sangre”. “En su transformación ha tenido mucho que ver la consolidación de su tejido empresarial”, apunta la gerente del club de golf, Isabel Guisado. En este sentido, se está desarrollando un segundo parque empresarial con un centenar de edificios y capacidad para 200 empresas.

Aunque este desarrollo, según los socialistas, ha acrecentado la desigualdad. “En Tomares hay barrios con un alto poder adquisitivo y otros de familias obreras que sufren los efectos de la crisis. Se han aumentado mucho los impuestos y se han creado hasta siete tasas. Lo que se pretende es expulsar a todo aquel que no pueda pagarlos”, critica la candidata del PSOE a la alcaldía, Cristina Pérez.

En el crecimiento de la localidad, según empresarios y vecinos, también ha influido que en los últimos años se haya conseguido borrar la etiqueta de municipio dormitorio gracias a la mejora de sus servicios e infraestructuras, según Amelia Galocha y Marisa Gutiérrez, periodista y psiquiatra respectivamente. “El principal atractivo de Tomares es el estilo de vida que ofrece. Buen clima, tranquilidad, zonas verdes y su cercanía con Sevilla. Es una forma de entender la vida”, dice Galocha mientras toma un café en la terraza del club de golf.