Detenidas 31 personas en Bulgaria y España por manipular cajeros

La organización internacional obtenenía así los datos bancarios de los usuarios

El fraude se cometía a kilómetros de distancia y empezaba en un cajero automático de, por ejemplo, Costa del Sol, en Málaga. Alguien sacaba dinero sin saber que le estaban clonando la tarjeta, una operación conocida como skimming. Apenas unas horas después, ya con los datos obtenidos, se efectuaban retiros en Asia. Así operaba la red internacional que la Policía Nacional, la Dirección de Crimen Organizado de Bulgaria y Europol han desarticulado al detener a 31 ciudadan...

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El fraude se cometía a kilómetros de distancia y empezaba en un cajero automático de, por ejemplo, Costa del Sol, en Málaga. Alguien sacaba dinero sin saber que le estaban clonando la tarjeta, una operación conocida como skimming. Apenas unas horas después, ya con los datos obtenidos, se efectuaban retiros en Asia. Así operaba la red internacional que la Policía Nacional, la Dirección de Crimen Organizado de Bulgaria y Europol han desarticulado al detener a 31 ciudadanos de origen búlgaro: 26 en su país y 5 en España.

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La banda —que también manipulaba cajeros en Italia, Francia, Alemania y Turquía— actuó durante 10 meses en España, especialmente en Andalucía, donde ha cometido un "importantísimo" número de fraudes aún sin cuantificar. El grupo era dirigido desde las ciudades de Sofía, Plovdid y Silistra, en Bulgaria. La organización tenía células que actuaban en Europa y Asia, sobre todo en Filipinas. La investigación surgió tras el caso Ánade, en el que las autoridades desbarataron —en febrero pasado— una red que operaba en todo el mundo y que se dedicaba al robo en domicilios, el tráfico de drogas y vehículos, la clonación de tarjetas y el uso fraudulento de medios de pago.

El líder de la organización tenía laboratorios dedicados al análisis de los diferentes cajeros, además de sistemas para obtener los datos almacenados en las bandas magnéticas de las tarjetas. El grupo funcionaba con dos tipos de células. La primera se especializaba en colocar los dispositivos —fabricados y distribuidos desde Bulgaria— y obtener los datos. La segunda se dedicaba a la clonación y retiro del dinero, siempre en un país diferente al del dueño de la tarjeta.

En Bulgaria se han intervenido cerca de mil dispositivos destinados a la clonación, entre los que se encontraban lectores de bandas magnéticas, microcámaras y una impresora 3D. Se descubrieron, además, siete laboratorios. Se intervino otro laboratorio en España.

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