Condenado a 30 años el etarra Carasatorre por asesinar a un militar

El terrorista mató al brigada Mariano de Juan Santamaría junto a Txapote y Valentín Lasarte

La Audiencia Nacional ha condenado al etarra Juan Ramón Carasatorre a 30 años y medio de prisión por su participación en el asesinato del brigada del cuartel del Ejército de Tierra en Loyola (San Sebastián) Mariano de Juan Santamaría en abril de 1995. El atentado fue ejecutado también por el etarra arrepentido Valentín Lasarte y el ex jefe de los comandos terroristas Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, ya condenados por este hecho. Carasatorre ...

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La Audiencia Nacional ha condenado al etarra Juan Ramón Carasatorre a 30 años y medio de prisión por su participación en el asesinato del brigada del cuartel del Ejército de Tierra en Loyola (San Sebastián) Mariano de Juan Santamaría en abril de 1995. El atentado fue ejecutado también por el etarra arrepentido Valentín Lasarte y el ex jefe de los comandos terroristas Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, ya condenados por este hecho. Carasatorre no pudo ser juzgado con anterioridad dado que se encontraba cumpliendo condena en Francia y no fue entregado a las autoridades españolas hasta el pasado 28 de noviembre.

Según la sentencia, Carasatorre, que ahora tiene 52 años, se apoderó en marzo de 2010 junto a sus dos compañeros de comando de un Fiat Tipo aparcado en la localidad de Astigarraga (Gipuzkoa). Tras cambiar las placas de matrícula del vehículo, los tres terroristas se dirigieron en él el 10 de abril a las inmediaciones del cuartel de Loyola y aguardaron a que saliera del recinto algún militar que tuviera graduación. A mediodía, el brigada Santamaría salió del cuartel en dirección a su domicilio. Mientras esperaba al autobús, Carasatorre, y otro miembro del comando se acercaron a él por detrás y le dispararon un tiro a quemarropa en la nuca, lo que le causó la muerte instantánea.

Tras huir del lugar, el comando abandonó el Fiat Punto en el paseo del Urumea de la capital donostiarra. El coche, con las placas de matrícula cambiadas, fue localizado poco tiempo después por la policía, que extrajo de él numerosas huellas y restos biológicos que han servido para identificar a Carasatorre.

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