Análisis

Partido o candidato, este es el dilema

Los aspirantes a las primarias socialistas recelan de celebrar antes el congreso

Cualquiera de las dos opciones podía haber salido. Congreso extraordinario o adelanto de las elecciones primarias. Esta es la disyuntiva en la que se movió el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, al conocer la magnitud de la derrota de su partido en las elecciones europeas. Su decisión ha sido abrir el proceso congresual con los plazos más breves posibles de manera que a partir del 20 de julio los militantes socialistas elegirán a un nuevo secretario general. ¿Por qué no ha dimitido inmediatamente y ha dado paso a una gestora que conduzca al partido hasta el congreso?

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Cualquiera de las dos opciones podía haber salido. Congreso extraordinario o adelanto de las elecciones primarias. Esta es la disyuntiva en la que se movió el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, al conocer la magnitud de la derrota de su partido en las elecciones europeas. Su decisión ha sido abrir el proceso congresual con los plazos más breves posibles de manera que a partir del 20 de julio los militantes socialistas elegirán a un nuevo secretario general. ¿Por qué no ha dimitido inmediatamente y ha dado paso a una gestora que conduzca al partido hasta el congreso?

Esta es la pregunta que se formula en algunos sectores socialistas y de opinión. Quien conoce bien al líder del PSOE estima que él jamás utilizaría esa solución excepcional, como la que provocó Joaquín Almunia en 2000 al dimitir cuando aún se contaban las últimas papeletas. Un congreso le nombró y otro le quitará. Ese es su esquema; nada de gestoras para dirigir al segundo partido de España, y ahondar aún más en la percepción ciudadana de crisis en el PSOE. Este partido tendrá una dirección hasta que entregue el mando a otra, fruto del congreso del mes de julio. Ese nuevo equipo pondrá en marcha las elecciones primarias abiertas, a los militantes y a los ciudadanos, que conduzca a la elección del candidato o candidata socialista a la presidencia del Gobierno. Por este orden lo ha explicado Rubalcaba.

¿Qué ha ocurrido para que dos de los posibles candidatos a aspirar a la presidencia del Gobierno por el PSOE hayan recordado que la celebración de primarias es imprescindible? Tanto Eduardo Madina como Carme Chacón no están de acuerdo con el nuevo orden y hubieran querido elegir al candidato y después al líder del partido en un congreso. Solo han pasado unas horas del anuncio de Rubalcaba y la polémica está desatada por cuanto quienes saben mucho de vida de partido temen que una vez elegido un secretario general con gran apoyo —si ese es el caso—, quién se va a atrever a disputarle el puesto como cartel electoral. Pero, sin primarias, el PSOE no terminará de caer, señalan quienes se ven atenazados por la duda. Este partido o se abre a la sociedad o tendrá difícil coser el cordón umbilical ya roto con la sociedad. Esta es la apreciación de un dirigente proprimarias como primer paso. Quienes aplauden lo contrario, invocan la necesidad de “recuperar el partido”.

Las posiciones aún se perfilan aunque se aventura que ningún contrario a un congreso se atreverá a deslegitimarlo; máxime cuando empieza a asentarse que la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, es partidaria de “lo primero, el partido”. Rubalcaba defiende las primarias; las espera para su partido, aunque haya optado por un congreso para su sustitución, como gesto inmediato. Él se va y asume la responsabilidad de la derrota de todos los socialistas.

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