El Rey anima a Marruecos a avanzar en la vía de la democratización

Margallo equipara la labor de Mohamed VI con la de don Juan Carlos en la Transición

El rey de Marruecos, Mohamed VI, recibe a Juan Carlos I.CARLOS ÁLVAREZ (GETTY)

El Rey animó ayer a Mohamed VI a seguir adelante con las reformas que anunció en 2011, semanas después de que empezaran las primeras protestas protestas que en otros países desembocaron en la primavera árabe. Don Juan Carlos ya elogió las reformas el día anterior —"Han convertido a Marruecos en un valioso ejemplo de apertura y estabilidad", dijo—, y ayer, en su reunión de media hora con el primer ministro del país, Abdelilah Benkirán, del partido islamista...

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El Rey animó ayer a Mohamed VI a seguir adelante con las reformas que anunció en 2011, semanas después de que empezaran las primeras protestas protestas que en otros países desembocaron en la primavera árabe. Don Juan Carlos ya elogió las reformas el día anterior —"Han convertido a Marruecos en un valioso ejemplo de apertura y estabilidad", dijo—, y ayer, en su reunión de media hora con el primer ministro del país, Abdelilah Benkirán, del partido islamista Justicia y Desarrollo, le animó a seguir por ese camino. Ambos hablaron también de la evolución de los países de las primaveras árabes.

Si el Rey elogió las reformas, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, llevó aún más lejos su entusiasmo al comparar a don Juan Carlos con el monarca alauí y la Transición española con el proceso de reformas impulsado por Mohamed VI. "Marruecos ha elegido la buena vía, que no es muy distinta de la que escogimos en España a partir de 1975: una evolución a la democracia desde la ley, guiados también, y no es casualidad, por una monarquía porque es elemento de estabilidad. Don Juan Carlos fue el motor del cambio en ese proceso y el rey Mohamed VI lo está haciendo en Marruecos", aseguró.

La Constitución de julio de 2011, que plasmó las reformas anunciadas por el rey alauí, preveía la aprobación de 19 nuevas leyes, pero solo se han desarrollado cuatro y Mohamed VI sigue presidiendo el Consejo de Ministros y el Poder Judicial.

Margallo contrapuso la vía elegida por "Marruecos y Argelia" —la "buena"—, con la de los “procesos revolucionarios en Túnez, Libia y Egipto, que son objeto de preocupación en todas las cancillerías del mundo”.

El Gobierno español y el marroquí harán hoy una declaración conjunta que contemplará el conflicto del Sáhara: "La posición de España es la que hemos mantenido en Argel y Marruecos: una solución estable, pacífica y justa de acuerdo con los parámetros y la doctrina de la ONU", dijo Margallo.

El pasado abril, España ayudó a abortar, junto a Francia y Rusia, la propuesta de EE UU para que el contingente de la ONU en el Sáhara supervisara el respeto a los derechos humanos. Margallo es partidario de que sea el alto comisionado de Naciones Unidas quien haga la labor.

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La tercera jornada del viaje del Rey a Marruecos incluyó un encuentro entre rectores de universidades españolas y marroquíes y el compromiso de impulsar un programa parecido al Erasmus. "Aspiramos a que la lengua española ocupe en este admirado país el lugar que le corresponde", dijo el Rey. Pese a la historia común, son muchos más marroquíes los que estudian inglés que castellano. En 2012, 12.000 se inscribieron en alguno de los 10 centros del Instituto Cervantes en el país. Margallo es optimista sobre el futuro de la lengua: “Ya hemos conseguido que un Papa rece en español. Ahora nos falta que el presidente de EE UU lo hable”.

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