“Por ETA tuve que dejar de ser policía”

Las secuelas de un brutal atentado apartaron a Sebastián Nogales del cuerpo

Sebasián Nogales, ex policía nacional.

“Querían cargarse a un policía el día del chupinazo y se emplearon a fondo. Casi les sale bien", relata Sebastián Nogales nueve años después del atentado que casi le cuesta la vida en Pamplona, en 2002. “Me rodearon. Eran seis. Tendrían veintitantos. Me taparon la cabeza con mi camiseta y me llevaron a un portal. Menos pistolas tenían de todo: palos, barras de acero... Me dieron muchos golpes en la cabeza. Me gritaban “¡txakurra!” (perro), “¡hijo de puta!”...

Nogales pasó varias horas en coma y “más de 500 días” recuperándose, aunque “hay cosas de las que no te curas nunca”. “P...

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“Querían cargarse a un policía el día del chupinazo y se emplearon a fondo. Casi les sale bien", relata Sebastián Nogales nueve años después del atentado que casi le cuesta la vida en Pamplona, en 2002. “Me rodearon. Eran seis. Tendrían veintitantos. Me taparon la cabeza con mi camiseta y me llevaron a un portal. Menos pistolas tenían de todo: palos, barras de acero... Me dieron muchos golpes en la cabeza. Me gritaban “¡txakurra!” (perro), “¡hijo de puta!”...

Nogales pasó varias horas en coma y “más de 500 días” recuperándose, aunque “hay cosas de las que no te curas nunca”. “Perdí masa encefálica y prácticamente no tengo memoria reciente. Perdí equilibrio. No tenía el suficiente como para volver a coger una pistola y no sabía cómo podía reaccionar ante una situación parecida. Ser policía era lo que más me gustaba en la vida. Tengo 42 años y estoy jubilado, incapacitado para volver a serlo nunca más. Lo único que he podido hacer es ayudar a otra gente a preparar las pruebas de acceso al cuerpo”.

Este ex policía nacional sabía quiénes le habían atacado. Identificó a dos. “Los pusieron a disposición del juez, pero la instrucción fue un churro. Ni siquiera les juzgaron. Desde entonces me los he encontrado varias veces. No me han dicho nada. No me reconocieron. Aquel día era un policía al que se querían cargar para llamar la atención”.

El jueves celebró el comunicado por el que ETA anunciaba el cese definitivo de la violencia como “una buenísima noticia”, pero no se fía. “Estoy muy contento, pero nos han mentido tantas veces…Ojalá no sea mentira esta vez. He hablado con excompañeros policías y ellos tampoco se fían. Nos han engañado demasiado ya”.

A Nogales le hubiese gustado ver mucho más en el comunicado de la bada. “Que hubiesen anunciado su disolución, que hubiesen entregado las armas, que hubiesen reconocido públicamente todo el daño que han causado...”, aunque no confiaba demasiado en que ETA fuera a darle lo que esperaba. “Ahora”, recomienda, “PSOE y PP deben estar muy unidos. Tienen que ser uno y hacer todo lo posible para que esto se acabe de verdad”. Sabe que va a ser muy complejo: “son muchos años, mucha gente, una forma de vida...”.

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