Bildu se refuerza en los barrios

El alcalde donostiarra, de la coalición 'abertzale', busca en su contacto con las asambleas el apoyo popular que le falta en el Ayuntamiento donde se escenifica su gobierno en minoría

La primera reunión celebrada con los vecinos de Ulía en la Casa de Cultura de Okendo el pasado 5 de octubre.JESÚS URIARTE

Bildu se siente más cómodo haciendo política en las calles que en los pasillos del Ayuntamiento de San Sebastián. La coalición abertzale busca un respaldo popular en los barrios a través de asambleas de vecinos mientras se queda aislado en la gestión de la política municipal. En los dos Plenos celebrados desde la llegada de la coalición abertzale al consistorio donostiarra se ha escenificado su soledad institucional en un gobierno en minoría —8 de los 27 concejales— para aprobar cuestiones estratégicas para...

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Bildu se siente más cómodo haciendo política en las calles que en los pasillos del Ayuntamiento de San Sebastián. La coalición abertzale busca un respaldo popular en los barrios a través de asambleas de vecinos mientras se queda aislado en la gestión de la política municipal. En los dos Plenos celebrados desde la llegada de la coalición abertzale al consistorio donostiarra se ha escenificado su soledad institucional en un gobierno en minoría —8 de los 27 concejales— para aprobar cuestiones estratégicas para la ciudad como el Metro, el TAV o la estación de autobuses. Proyectos que han salido adelante con los votos de los partidos en la oposición PP, PNV y PSE-EE y el rechazo de Bildu.

El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, compensa ese aislamiento municipal al calor de los barrios. Hace dos semanas puso en marcha el proyecto de Participación Ciudadana, eje de su política municipal, iniciando un recorrido por los 18 barrios de la capital guipuzcoana que le llevará dos meses para hacer un “diagnóstico” de las necesidades de los vecinos, “conocer de primera mano” la situación de los barrios y abrir “nuevos canales de comunicación directa”.

De momento, el equipo formado por concejal de Participación, Asier Jaca, miembros técnicos, y el propio alcalde han asistido a la primera reunión, de las dos que se celebrarán en cada barrio, en el Antiguo, Amara Berri, Martutene, Parte Vieja, Bidebieta, Intxaurrondo, Ulía y Loiola-Txomin abierta a vecinos, asociaciones y grupos políticos. Quedan aún 10 barrios por visitar y en la segunda ronda de visitas se priorizarán y se concretarán las propuestas de los vecinos. “Una inversión en tiempo y esfuerzo que creíamos necesario dentro de nuestra propia forma de hacer política y de marcar un nuevo estilo”, recalca Izagirre.

En total, 530 vecinos se han acercado a las reuniones informales, que se desarrollan indistintamente en euskera y castellano. Constituidas de forma asamblearia donde se han planteado cuestiones en torno a bienestar social y medioambiente; euskera, educación y deporte; desarrollo económico y comercio; infraestructuras y movilidad; y actividad social y comunicación. Una media de entre 50 y 60 asistentes por barrio, una cifra que el consistorio valora de “muy positiva”.

El alcalde se ha reunido con 530 vecinos en las últimas dos semanas

En la primera asamblea del barrio de Ulía, Izagirre hace, de entrada y para poner a tono a los asistentes, un análisis de la situación de las arcas del Ayuntamiento. Recuerda que los 27 millones de euros de déficit “que dejó el anterior Ejecutivo” y los casi 12 millones que debe devolver a la Diputación obligan al nuevo gobierno a “invertir más en personas que en grandes proyectos, que también son importantes, pero no hay dinero para ello”, explica Izagirre, que apenas interviene en la sesión y se dedica a escuchar y tomar notas.

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Alrededor de 50 vecinos sentados en círculo, la mayoría personas de la tercera edad ya que la presencia de jóvenes en el barrio de Ulía es escasa, siguen con atención bolígrafo y cuestionario en mano las pautas para seguir la dinámica de grupo. Dos mujeres valoran la “proximidad” que permite la reunión para trasladar sus impresiones. La mayoría de las reclamaciones de los vecinos de este barrio a la vera de Gros están relacionadas con infraestructuras y movilidad.

Fórmulas existentes
El anterior gobierno municipal socialista puso en marcha el Plan Director de Participación Ciudadana para crear nuevos cauces para que la ciudadanía participara en la gestión de la vida local.
En 2008 se constituyó el Consejo Social de la Ciudad donde se representan todos los colectivos. Un instrumento participativo de la ciudadanía, de carácter consultivo, centrado esencialmente en la gestión local y la planificación estratégica urbana.
Los Plenos están abiertos al público y existe la posibilidad de una ronda de preguntas y respuestas.
En varias ocasiones se han hecho consultas populares, por ejemplo, el caso de la Plaza Cataluña y el parque de Araba.

La pequeña representación de los 4.200 vecinos de Ulía demandan, entre otras cosas, marquesinas y escaleras eléctricas para los tramos de subidas, antiguas reclamaciones, ampliación de las rutas de los autobuses y mayor vigilancia para los cazadores ilegales y las huertas clandestinas.

En los demás barrios, las reivindicaciones han consistido, entre otras, en la dificultad para acceder a viviendas asequibles en el caso del Antiguo, el ruido en algunas zonas y la altura de los árboles en Amara, el abandono y el riesgo de inundaciones en Martutene o la falta de equipamientos públicos y la suciedad en las calles de la Parte Vieja.

Tras dos semanas de encuentros, Izagirre califica la experiencia de “muy positiva” y asegura que “la aceptación de los vecinos es excelente y que manifiestan ilusión por el contacto directo con el Ayuntamiento”. Mientras, los grupos de la opción hacen hincapié en que la participación ciudadana en San Sebastián se lleva haciendo muchos años.

Los socialistas recuerdan que con el anterior gobierno municipal se puso en marcha el Plan Director de Participación Ciudadana que fue modelo para muchos ayuntamientos vascos. Marisol Garmendia, concejal del PSE ahora y en la anterior legislatura, explica la fisura que se da entre el papel que está jugando Bildu en la gestión municipal y su deseo de hacer política a pie de calle: “Da la sensación de que van a hacer caso a 530 vecinos en vez de a los miles de ciudadanos que representamos los partidos políticos en los Plenos”, denuncia.

Imanol Lasa, director de Participación Ciudadana en el anterior gobierno de la Diputación (PNV), opina, por su parte, que no se deben convertir solo en “reuniones informales” sino que para que las asambleas sean efectivas “los instrumentos y procedimientos deben estar bien regulados”.

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