Jiménez a Gates: "La participación española es importante y suficiente”

La ministra de Exteriores defiende la intervención en Libia

La ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, ha salido hoy al paso de las críticas que ayer hizo en Bruselas el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, a los países que, como España, no participan en los ataques contra objetivos terrestres en Libia, pese a contar con capacidades militares para ello. En Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde participa en la reunión del Grupo de Contacto sobre Libia, Jiménez ha asegurado que la aportación española es “importante, relevante y suficiente”, La ministra ha recordado que España estuvo desde el primer momento entre ...

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La ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, ha salido hoy al paso de las críticas que ayer hizo en Bruselas el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, a los países que, como España, no participan en los ataques contra objetivos terrestres en Libia, pese a contar con capacidades militares para ello. En Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), donde participa en la reunión del Grupo de Contacto sobre Libia, Jiménez ha asegurado que la aportación española es “importante, relevante y suficiente”, La ministra ha recordado que España estuvo desde el primer momento entre los países dispuestos a contribuir militarmente a la puesta en práctica de la resolución 1973 de la ONU y se ha mantenido desde entonces en la misma posición, incrementando incluso los medios aportados con un segundo cisterna.

El Gobierno ha anunciado su propósito de prorrogar con carácter indefinido la participación de cuatro cazas F-18, dos aviones de reabastecimiento en vuelo, un avión de patrulla marítima, una fragata y un submarino, con 500 militares en total, en la operación de la OTAN en Libia; aunque limitando sus cometidos a la vigilancia de la zona de exclusión aérea y del embargo naval.

Fuentes diplomáticas explicaron que España, al contrario que otros países, no ha puesto ninguna limitación al empleo de sus medios militares, de forma que los tanqueros españoles suministran combustible y los cazas escoltan a aviones que participan en bombardeos, aunque ellos no lo hagan directamente. Una ampliación de la misión, para incluir los ataques a objetivos terrestres, no obtendría un consenso parlamentario tan amplio como el que tienen ahora, alegaron las mismas fuentes. La prórroga de la participación española, que concluye a finales de mes, debe ser aprobada en los próximos días por la Comisión de Defensa del Congreso. Jiménez no quiso hacer pronósticos sobre cuándo concluirá la misión, aunque insistió en que Gadafi está cada vez más aislado, tanto a nivel interno como internacional. Las fuentes consultadas indicaron que España seguirá en Libia hasta que acabe la misión Unified Protector de la OTAN, que acaba de ser prorrogada hasta finales de septiembre.

Jiménez cree que El Asad ha perdido la legitimidad

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha declarado hoy en Abu Dabi que el presidente sirio, Bachar el Asad, “ha perdido su legitimidad [para gobernar el país] por haber empleado la fuerza militar contra su propio pueblo”.
No obstante, en contra de lo que dijo de Gadafi cuando reprimió la revuelta en Libia, ha dejado la puerta abierta a la rehabilitación de El Asad al asegurar que “solamente si es capaz de iniciar un proceso de reconciliación nacional, de diálogo nacional, de reformas, solamente si es capaz de volver a la senda de la paz y la estabilidad en su país podrá recuperar dicha legitimidad”. España, que a lo largo de la última década ha mantenido una relación privilegiada con el régimen de Damasco, apoya la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución de condena a la represión de las protestas en Siria, que se ha saldado ya con más de 1.500 muertos, según organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Considera, no obstante, que no existe un consenso internacional suficiente para una intervención similar a la de Libia y, por el momento, ni siquiera para la imposición de severas sanciones. Jiménez, que visitó Damasco a mediados de marzo, coincidiendo con el inicio protestas, salió entonces convencida del talante reformista de El Asad, del que luego se ha confesado desengañada.
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