Las fuentes de Iker Jiménez son un misterio en la dictadura
Los últimos días se han viralizado por redes sociales fragmentos televisivos dignos de recordar
Amparín, una vecina afectada por las tormentas torrenciales del municipio valenciano de Picanya, se dirigió el otro día a la cámara de Antena 3 cabreada, de brazos cuadrados, en el programa Y ahora Sonsoles: “Yo sé que en tiempos de Franco… Yo sé que a Sonsoles no le gusta…”. Sonsoles Ónega, la presentadora, un tanto sorprendida —un tanto franca, francamente, y viendo lo que podría venir tras ese arranque de indignación— soltó: “Yo prefiero una democracia”. Si de la pandemia se dijo que saldríamos mejores, de la tragedia de la dana lo importante es salir. Amparín fue al grano, sin medias tintas: “¡Y yo también quiero una democracia, pero con Franco! Que estaríamos mucho mejor, con un par de narices y no lo que tenemos”.
Lo que tenemos ahora, en teoría, también es una dictadura, pero dirigida por Pedro Sánchez. Que tiene sus peros, vamos, como todas las dictaduras. La presentadora matizó un poco estas palabras de Amparín —porque, en fin, en todo régimen hay un poco de censura— y respondió: “Lo que usted quiere decir es una democracia con unos gobiernos que funcionen”. Menos mal que tenemos políticos que pillan ese descontento y, afortunadamente, también sueñan con dictaduras. Un tuitero, porque el vídeo se viralizó de inmediato con más de un millón de visualizaciones, combatió un poco este argumento: “Y yo quiero un Hitler sin nazismo, no te jode”. Tiempo al tiempo.
En el programa Espejo Público entró también otro vecino afectado y dijo: “Lo voy a decir, ¿sabéis quién tenía razón? Francisco Franco Bahamonde”. Quién iba a ser. Piensa bien y acertarás. Otros cientos de miles de visualizaciones en redes. Para ser francos, algo pasa en España con los directos últimamente. En Telemadrid, en la tertulia del programa de por la mañana —donde destaca la pluralidad, casi tanto o más que en el nuevo consejo de RTVE— un periodista de OkDiario opinaba con datos sobre el principal problema de la riada: “El presidente del Gobierno es una miserable rata cobarde que no quería estar [...] Sale corriendo como una rata miserable”.
La presentadora dio entonces paso a otra tertuliana tras esta intervención porque, leñe, son datos. Está la dictadura de Sánchez como para decir lo que uno piensa, y más sin datos. La periodista mostró también su punto de vista: “Yo estoy totalmente de acuerdo con todo lo que ha dicho”. Moderar tertulias en una dictadura es, a priori, más sencillo que en una democracia.
En Cuatro, en el programa En Boca de Todos de Nacho Abad, otra afectada por las riadas intervino así: “De Sánchez, mira, te iba a decir una cosa, pero me encerrarían”. Y procede a decirla, claro, como en toda dictadura: “Tendrían que reventarle el avión con él dentro”. Abad dijo: “No, no. Ya, ya. Entiendo la ira”. Sin salir de Cuatro, por la noche, Iker Jiménez moderó otra tertulia muy comedida con una tertuliana famosa por difundir bulos. Otro que se untó de barro antes de entrar en directo. Uno que llevó un cargamento de comida e hizo una encuesta para entregarla al pueblo que más “me gusta” recibiera. Y la copresentadora habló de cientos de muertos en un parking que se querían ocultar. Como en toda dictadura, vamos.
“Para quienes quieran decir que no han visto”, dijo, “los submarinistas han dicho que no vuelven a entrar, por si quieren maquillar algo más”. Los submarinistas entraron al día siguiente y no encontraron ningún fallecido. Jiménez zanjó el debate en redes sociales este martes: “Me alegro mucho de que las fuentes que me informaban de que había cuerpos se hayan equivocado”. Menos mal que el programa hizo récord de audiencia. Las fuentes, eso sí, son un misterio.