Fascinados por la muerte
Algunos tuiteros se desapegan del drama que supone un asesinato (los muertos tienen personas que les lloran) y piden a gritos que les entretengan con ese cadáver todavía caliente
La muerte fascina. La muerte violenta, inesperada, sobrevenida. Una muerte con una historia detrás increíble. Una muerte con trauma. Una muerte enredada en pasiones, en traiciones, en drogas, en mafias. Una muerte obligatoriamente de otro, de un desconocido. Una muerte lejana. Una muerte deshumanizada. Solo así se explica que cada vez que se comete un crimen, la cuenta de Twitter de Carles Porta, director de Crims, entre en ebullición.
“Carles Porta viendo las 8.632 menciones que recibe en Twitter cada vez que ...
La muerte fascina. La muerte violenta, inesperada, sobrevenida. Una muerte con una historia detrás increíble. Una muerte con trauma. Una muerte enredada en pasiones, en traiciones, en drogas, en mafias. Una muerte obligatoriamente de otro, de un desconocido. Una muerte lejana. Una muerte deshumanizada. Solo así se explica que cada vez que se comete un crimen, la cuenta de Twitter de Carles Porta, director de Crims, entre en ebullición.
“Carles Porta viendo las 8.632 menciones que recibe en Twitter cada vez que en Barcelona aparecen restos humanos dentro de un contenedor, es decir, una vez al mes”, tuiteó el martes la cuenta humorística Escurçó Negre. Se refería al hallazgo de una maleta dentro de un container en el centro de Barcelona (hasta ahí, normal) con el torso de un hombre en el interior (esto ya, del todo excepcional). Ese día, unos cuantos periodistas de sucesos asistimos perplejos a cómo el fenómeno Crims, un programa que narra crímenes reales y revienta las audiencias en TV-3, con shares del 30% (más de 600.000 espectadores y picos de 900.000), ha atrapado a los tuiteros. Hasta el punto de que algunos se desapegan del drama que supone un asesinato (los muertos tienen personas que les lloran) y piden a gritos que les entretengan con ese cadáver todavía caliente.
“Carles Porta, ya tardas en hacer un episodio de Crims” es el tuit que resume todos los tuits. Y el de otra usuaria, Ona Borràs, el que le da la vuelta de tuerca: “Ay madre, no hay suficientes luces de Navidad para tanta oscuridad… Hay un capítulo de Crims que empieza igual. ¿Os imagináis que es un fanático del programa y tenemos un imitador?”. Para los pocos no familiarizados con Crims, Porta juega siempre con la misma frase: “Posem llum a la foscor [ponemos luz a la oscuridad]”.
Porta es el director, productor, guionista… el alma mater de Crims. La persona que supo surfear la ola del true crime, que desde el podcast Serial (2014), sobre un asesinato en Estados Unidos, ha crecido de forma arrolladora. Un ejemplo es el éxito del crimen de la Guardia Urbana: el asesinato de un hombre en un triángulo amoroso entre tres agentes de la policía local de Barcelona. Los cuatro capítulos de Crims, que se pueden ver también en Movistar, han dado lugar a stickers de WhatsApp y galletas con frases de sus protagonistas… Es la referencia actual del mundo de los sucesos. Un éxito absoluto.
Igual que lo es el caso de la Chica de Portbou: una joven hallada colgada en un pueblo fronterizo de Girona y que permaneció 32 años sin identificar. Crims logró ponerle nombre este verano. Ahora las periodistas Anna Punsí y Marta Freixanet, del equipo del programa, han escrito un libro que está en el número 1 de ventas. Son los frutos de un trabajo bien hecho, cuidado, delicado, que deja pasar un tiempo prudencial antes de adentrarse en los entresijos de un asesinato. Pero cuando una historia se publica, se emite, la interpretación deja de estar en manos de su autor. Frivolizar con los asesinatos no es sin duda el objetivo de Crims, pero la fascinación que causa arrastra a algunos de sus espectadores a ese terreno.
Y no solo a ellos. Jessica Ayers, La viuda cantante en TikTok, colgó un vídeo bailando y explicando la muerte de su marido de un disparo, cuando ella acababa de dar a luz, y cómo lo ha superado. “La aparición de TikTok y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana”, escribió una cuenta en Twitter que compartió el vídeo y lo viralizó. Después de más de 16.000 retuits, 220 me gusta y críticas de todo tipo, lo borró.