Arriba Sánchez, en el PP

Ya solo faltan 289 días para el verano que viene. Lo primero es lo primero. Ahora, el resto. El nuevo curso político ha tenido su punto álgido esta semana en la red del pajarito con un senador del PP que se apellida Arriba Sánchez. Luego que si el PP no dialoga con el Gobierno, que no propone y que está a verlas venir. En fin. El nombre, por cierto, es aún mejor. Su señoría se llama Bienvenido de Arriba Sánchez. Natural de Salamanca, Arriba Sánchez, muy popular entre sus filas ―también en otras, claro― lleva en el Senado solo una legislatura. No, no insistan. Claro que hay un vídeo del vicepre...

Ya solo faltan 289 días para el verano que viene. Lo primero es lo primero. Ahora, el resto. El nuevo curso político ha tenido su punto álgido esta semana en la red del pajarito con un senador del PP que se apellida Arriba Sánchez. Luego que si el PP no dialoga con el Gobierno, que no propone y que está a verlas venir. En fin. El nombre, por cierto, es aún mejor. Su señoría se llama Bienvenido de Arriba Sánchez. Natural de Salamanca, Arriba Sánchez, muy popular entre sus filas ―también en otras, claro― lleva en el Senado solo una legislatura. No, no insistan. Claro que hay un vídeo del vicepresidente del Senado diciendo:

―Arriba Sánchez, Bienvenido.

―Sí, juro la Constitución.

El público tuitero, ávido de fundamento, entró al trapo de inmediato al ver ahora semejantes imágenes de hace dos años. Hay días en que Twitter tendría que ser de pago. El vídeo del juramento de Arriba Sánchez en el Senado lleva ya 400.000 visualizaciones. “Los que tenemos apellidos graciosillos”, observó la usuaria Carmen Matamontes al enterarse, “estamos acostumbrados a esto… yo tendría que haber sido bombera forestal”. Más comentarios: “No al bullying del PP”. Otro: “Esto será el colmo de un pepero, supongo”. Uno más, que es septiembre: “¡Viva España! Esta vida es de locos”. La política española es cuerda, José Luis.

Entre el senador Arriba Sánchez y el diputado Alberto Casero está el PSOE como para perder el tiempo en mirar las últimas encuestas. Hay que recordar que, más allá del ruido del pasado febrero con la nueva reforma laboral ―qué día aquel, por cierto―, el ordenador del diputado popular por Cáceres, tras ver que su dueño se equivocaba hasta cuatro veces a la hora de votar telemáticamente, hizo una pregunta clave en toda esta historia: ¿está usted seguro de sus votos? Su señoría Casero dijo que sí, que cómo no iba a estar él seguro de eso. Minutos después, por lo que sea, el político extremeño se dio cuenta de que donde había que votar que no, había votado que sí, y entonces dijo que eso era un error informático. Obvio. Qué va a ser. El resto ya es Berlanga. Arriba Sánchez no se habría equivocado. O sí. Abajo Sánchez era la consigna en todo caso.

¿Que si Arriba Sánchez irá en las listas en las elecciones del año que viene? Vienen curvas convulsas. La precampaña electoral permanente en España está ya hasta en los nombres de pila. Si en el PP de Salamanca fueran listos habría que colocar en las farolas un eslogan desconcertante para las generales de 2023: “Arriba Sánchez o comunismo”. Hay que confiar. Ojalá que Isabel Díaz Ayuso lo fiche como consejero en unas semanas. No hay que confiar.

Según el portal del Senado, Arriba Sánchez, de 49 años, ha presentado ocho propuestas: la mayoría relacionadas con Salamanca. En las respuestas al vídeo, un usuario ha colgado un vídeo de 20 segundos donde Arriba Sánchez, el del PP, ―esto conviene aclararlo en cada frase y prácticamente en cada párrafo porque las redes sociales están en un plan que ya a cualquiera le sacan de contexto— sale en unas imágenes con otra diputada del PP. El nombre de esta diputada es Carolina España Reina. Que el PP adelanta a Vox por la derecha en el casting para las listas no hace falta ni mencionarlo. Bien. Pues resulta que España Reina y Arriba Sánchez se sentaban juntos en el Congreso porque Arriba Sánchez también fue diputado entre 2016 y 2019. Hay usuarios malpensados que trazan un plan sin fisuras. ¿Y si Arriba Sánchez y España Reina fueran pareja y tuvieran hijos? Pues tendrían unos padres maravillosos y no haría falta pensar en los apellidos, en absoluto.