La ciática es bella… si eres mujer
La cuenta @MCiatica critica con humor la representación de las mujeres como seres sumisos, rendidos y retorcidos
Pues sí, por lo visto, las mujeres con ciática resultan irresistiblemente atractivas en la industria de la moda. Me refiero a esas modelos que vemos en campañas de ropa y perfumes, casi siempre con un gesto entre dócil y doliente. Hablo de mujeres con aire rendido o melancólico que casi siempre están extremadamente delgadas y desganadas. A veces parecen serviles, otras febriles. Mujeres arrojadas sobre una cama, sobre el capó de un coche, sobre la tierra fértil, incluso sobre la basura… Estoy hablando de esa forma que tiene la industria de la moda de convertir el dolor de las mujeres en una fo...
Pues sí, por lo visto, las mujeres con ciática resultan irresistiblemente atractivas en la industria de la moda. Me refiero a esas modelos que vemos en campañas de ropa y perfumes, casi siempre con un gesto entre dócil y doliente. Hablo de mujeres con aire rendido o melancólico que casi siempre están extremadamente delgadas y desganadas. A veces parecen serviles, otras febriles. Mujeres arrojadas sobre una cama, sobre el capó de un coche, sobre la tierra fértil, incluso sobre la basura… Estoy hablando de esa forma que tiene la industria de la moda de convertir el dolor de las mujeres en una forma de belleza, como si el atractivo femenino llevara implícito una forma de sumisión. Pues bien, como respuesta a esta patriarcal manera de representación nace la cuenta de Twitter Modelos con Ciática (@MCiatica), a quien dedicamos hoy este espacio.
“La ciática, las contracturas, el ibuprofeno y Amancio son nuestra religión”, reza la descripción de esta cuenta que en cada publicación selecciona una foto de alguna campaña de moda y añade un comentario de su cosecha. Por ejemplo, modelo caminando con túnica blanca, maquillaje romántico, mano en la espalda y gesto torturado. Tuit: “Hoy me he levantado fatal”. Resultado: Más de cuatro mil likes y respuestas tan geniales como la de Ferrán García (@Ferran_G), que coloca un gotero de hospital a la modelo gracias al Photoshop y añade: “Le faltaba esto para el cuadro completo”. Otro ejemplo. Modelo toda vestida de blanco en cuclillas. Se fotografía a la mujer de espaldas para que se vea el escote que deja al descubierto su espalda. Tuit: “El pis entre coches de las cinco de la mañana”.
@MCiatica critica con humor la representación de las mujeres como seres sumisos, rendidos y retorcidos, expuestas y dispuestas siempre, convertidas no ya en maniquíes de las prendas que portan sino en objetos de exhibición, como si la modelo fuera una prenda más del escaparate. La crítica a este tipo de representación —que impacta cada día en la retina y el inconsciente de adolescentes, hombres y mujeres— es aquí tan desternillante como eficaz. El secreto está en no censurar las imágenes sino en resignificar las actitudes retratadas. Que aparece una mujer con mirada seductora, labio rojo y boca entreabierta sobre una cama, el tuit dice: “Ese microinfarto cuando me suene el despertador a las 06.30 horas”. Que vemos a otra durmiendo en un colchón mugriento en plena calle (con el propósito de vender un outfit ideal), el tuit anuncia: “Esta noche ha hecho tanto calor que he estado por bajarme a la calle”.
Admiro tanto esta cuenta que necesito indagar quién hay detrás. Y así es como conozco a Laura, la persona que se esconde detrás de @MCiatica. Prefiere que no publique su apellido para que la autoría no haga sombra al mensaje. Es española, del 78 y trabaja en dirección financiera para un grupo de empresas de ingeniería. No tiene experiencia en comunicación ni en moda, pero la siguen directoras de grandes medios, estilistas, periodistas, dircoms, escritoras, editoriales y algunas de las cómicas (y cómicos) con mayor reconocimiento del panorama patrio. “El objetivo era matar el concepto de hipersexualización asociado a la mujer, sin ofender y dotando de un nuevo relato a las personas representadas”, explica. “Es un trabajo hecho para reírnos desde la crítica y nunca desde la burla. Y creo que Twitter está muy necesitado de esta perspectiva”. Añado que no solo Twitter: la crítica que transforma debería ser el pan que alimente no solo nuestros tuits, también nuestras vidas.