Impasible el ademán del Partido Popular
Los lectores escriben sobre la postura del PP como partido de oposición, el ahorro de energía, la crisis del coronavirus y la violencia machista
Si en unos pocos días Pablo Casado pasó de guarecerse en el fervor de los aplausos de su partido a escuchar el estruendoso silencio al que le han conducido sus errores, no parece que su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, haya entendido que la dirección que ha de tomar el primer partido de la oposición si desea algún día alcanzar el poder no es a través de perpetuarse en la descalificación gratuita como propuesta política n...
Si en unos pocos días Pablo Casado pasó de guarecerse en el fervor de los aplausos de su partido a escuchar el estruendoso silencio al que le han conducido sus errores, no parece que su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, haya entendido que la dirección que ha de tomar el primer partido de la oposición si desea algún día alcanzar el poder no es a través de perpetuarse en la descalificación gratuita como propuesta política ni en la hipérbole dialéctica como juicio exclusivo en sus intervenciones en las Cámaras. Lo infructuoso de la actitud mantenida desde la primera hora por el presidente del PP contra Pedro Sánchez, embozado en una agotadora retahíla de adjetivos calificativos, no ha hecho reflexionar a Cuca Gamarra sobre la necesidad de un cambio de talante. El explicitar, para indignación de muchos en el Parlamento y fuera de él, que el presidente del Gobierno español “primero utilizó la pandemia y hoy está dispuesto a utilizar la guerra” como coartada, además de obsceno, reafirma el dicho aquel de la copia y el original referido a la ultraderecha.
Fernando Ruiz Cerrato. Madrid
Derroche de energía eléctrica
Algunas personas que, por nuestra edad, vivimos la primera crisis del petróleo en la primera mitad de los años setenta alucinamos con la falta de ahorro energético en estos momentos de guerra en Ucrania. Entonces se redujo la iluminación en las calles y plazas y se nos insistió en que ahorráramos electricidad reduciendo el consumo innecesario. Ahora, al menos en mi ciudad, la austeridad pública brilla por su ausencia. Vamos por el derroche de electricidad en el alumbrado público.
Pau Morata Socías. Barcelona
Te aviso cuando llegue
Sigo teniendo mucho miedo al ir sola por la calle. Es más, nunca he dejado de tenerlo. Siempre he ido acompañada de alguien, a mi lado o al otro lado del teléfono. “Laura, avísame cuando llegues” es la frase que más he escuchado en toda mi vida. Condicionadas por el terror. La inseguridad es la palabra que define lo que sentimos cuando ponemos un pie en la calle. Sabemos cuándo salimos, pero no cuándo vamos a llegar, efecto que produce una sociedad de desigualdad. Tendré que seguir avisando a mi madre si he llegado sana y salva. Muchas no han podido hacerlo.
Laura Montilla Díaz. Vacarisses (Barcelona)
Muchas gracias
Dos años en medio del coronavirus y estoy vivo. Muchísimas gracias a los laboratorios farmacéuticos, a los investigadores, sanitarios, transportistas, agricultores, tenderos de minis y supermercados; gracias también a los gobernantes, sí, también a los gobernantes, incluso a los que no voto. Gracias. A la vez, mi desprecio y mi denuncia a los que rompieron con premeditación la unidad de los balcones, a los que ni siquiera en una pandemia con decenas de miles de muertos e incontables sufrimientos son capaces de compasión y solidaridad.
Jaime de Nepas. Majadahonda (Madrid)