Una oferta engañosa

Los lectores opinan sobre las ofertas de telefonía, los horarios laborales, los comentarios hirientes y la prevención de catástrofes naturales

Anuncio de recarga de terminales de varias marcas de telefonía móvil en un supermercado.Ramón Muñoz Moya

Mi tía tiene casi 80 años, vive sola y tiene un equipo de teleasistencia. Utiliza solo el fijo y el móvil. Su compañía le estaba cobrando por separado el fijo e internet y el móvil: 70 euros. La llamaron de otra compañía haciéndole una oferta de mejora, acudió a una tienda de Valencia, y la dieron de alta. Mi tía no para de decir: “Cómo iba a pensar yo que lo que me dice una señorita...” Hasta que no vino el técnico a in...

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Mi tía tiene casi 80 años, vive sola y tiene un equipo de teleasistencia. Utiliza solo el fijo y el móvil. Su compañía le estaba cobrando por separado el fijo e internet y el móvil: 70 euros. La llamaron de otra compañía haciéndole una oferta de mejora, acudió a una tienda de Valencia, y la dieron de alta. Mi tía no para de decir: “Cómo iba a pensar yo que lo que me dice una señorita...” Hasta que no vino el técnico a instalarle la televisión (ella no la había contratado) no nos dimos cuenta. Le habían asignado un número fijo distinto al suyo. Ha pasado más de un mes y le siguen llegando cargos mayores que los habituales. Le piden que entre en internet, que conteste por SMS... esto para ella y para la mayoría de personas de su edad es como hablarles en chino. Este tipo de prácticas, desgraciadamente, se ha normalizado entre las tecnológicas y a los usuarios nos produce enfado. Pero mi tía está muy afectada por el trato y, sobre todo, porque han herido seriamente su autoestima. Hoy se ha puesto a llorar. ¿No deberían ser un poco más humanos?

Amparo Josefa Cerdá Palau. Valencia

Horarios poco prácticos

Nos levantamos a las seis de la mañana para estar a las nueve frente al ordenador. Trabajamos hasta las dos de la tarde y paramos un par de horas para comer. A las cuatro volvemos a la silla y estamos hasta las siete u ocho. Llegamos a casa a las nueve de la noche, cenamos y, con la comida aún en la garganta, nos metemos en la cama, o esperamos a que no nos de una indigestión y acabamos yendo a dormir a las doce. Dormimos seis horas y vuelta a empezar. Los británicos nos llevarán la contraria, pero en esto son más prácticos.

Anna Jiménez. Begues (Barcelona)

Comentarios insensibles

El otro día leí un hilo en Twitter que me hizo reflexionar sobre todos los comentarios que recibí sobre mi aspecto físico en centros estéticos durante mi adolescencia. “Cuántos granitos tienes, cariño” o “qué lástima, con la cara tan bonita que tienes”, son comentarios aparentemente inofensivos, pero que son una muestra de la rigidez de estos centros en cuanto a estándares de belleza. Que existan profesionales que se crean que tienen la autoridad para opinar sobre el aspecto de alguien, independientemente de que su profesión esté relacionada con su cuidado, es sumamente peligroso. Asimismo, creo que se debería tener aún más sensibilidad cuando el cliente es una persona adolescente.

Norah Jiménez Martín. Palafolls (Barcelona)

Nada

Exacto, no hacer nada. Sin embargo, a veces conviene hacer algo con el precedente de Filomena y el colapso que se sufrió en Madrid el pasado invierno. Frente a las altas temperaturas, el consumo de energía y su enorme precio también es recomendable hacer algo porque la inacción en política se paga cara; como pasa con la luz. Pero como decía, de cara a éste próximo invierno, convendría hacer algo. La ciudad de Madrid no se puede volver a quedar colapsada... máxime con la incertidumbre de un posible repunte de casos de covid que se viera agravado por la gripe estacional. Nada puede ser abúlico como título de una novela, pero en política puede ser un epitafio, que la ley de las mayorías no debería permitir.

Fernando García González. Madrid

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