Cartas al director

¿Cómo se dispara a un virus?

La lucha contra la covid-19 no es una guerra. Ni siquiera como figura retórica cabe la comparación. Para la guerra estamos suficientemente preparados, ante “amenazas infinitas, imprevisibles y cambiantes” (Obama dixit), nos creemos legitimados para utilizar la fuerza. En la pandemia contamos todos los muertos como propios; no identificamos un enemigo al que masacrar, para someterle y como advertencia contra otros enemigos posibles; tampoco identificamos aliados porque cualquier infectado representa un peligro. Esto es una catástrofe y saldremos de ella, no combatiendo, ni siquiera compitiendo ...

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La lucha contra la covid-19 no es una guerra. Ni siquiera como figura retórica cabe la comparación. Para la guerra estamos suficientemente preparados, ante “amenazas infinitas, imprevisibles y cambiantes” (Obama dixit), nos creemos legitimados para utilizar la fuerza. En la pandemia contamos todos los muertos como propios; no identificamos un enemigo al que masacrar, para someterle y como advertencia contra otros enemigos posibles; tampoco identificamos aliados porque cualquier infectado representa un peligro. Esto es una catástrofe y saldremos de ella, no combatiendo, ni siquiera compitiendo por una solución en el mercado, sino cooperando solidariamente. Es la única forma de que la siguiente nos pille preparados.

Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid


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