Cartas al director

Querido amigo Teo

Teo Sacristán se ha marchado en medio del frío, un mazazo en este tiempo en el que no podemos abrigarnos con abrazos. Apasionado de la vida, su familia y su gente, su mirada pícara era tarjeta de presentación. Fue chaval de barrio y posguerra. Le gustaba contar sus andanzas por Tetuán con colegas macarras en tiempos de transiciones. Sabía dónde estaba lo auténtico y se desternillaba contando anécdotas, que tenía a tropel. Fue director de la Feria del Libro de Madrid 11 años y tuvo en el CSIC su casa. Su elegante figura, que unió a la maravillosa Charo como pareja inmortal, seguirá sobrevolando...

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Teo Sacristán se ha marchado en medio del frío, un mazazo en este tiempo en el que no podemos abrigarnos con abrazos. Apasionado de la vida, su familia y su gente, su mirada pícara era tarjeta de presentación. Fue chaval de barrio y posguerra. Le gustaba contar sus andanzas por Tetuán con colegas macarras en tiempos de transiciones. Sabía dónde estaba lo auténtico y se desternillaba contando anécdotas, que tenía a tropel. Fue director de la Feria del Libro de Madrid 11 años y tuvo en el CSIC su casa. Su elegante figura, que unió a la maravillosa Charo como pareja inmortal, seguirá sobrevolando el parque del Retiro, donde Teo se bregaba como luchador incansable de libros, buena vida y mejores maneras. Descansa querido amigo; solo con humor y admiración se te puede recordar.

Jacobo Rivero. Madrid


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