Juventud, divino tesoro
Los últimos días diversas ciudades del país han sido sistemáticamente sacudidas por disturbios y altercados a cargo de un batiburrillo de grupos de jóvenes, mayoritariamente varones, de diverso pelaje político y social —quitando profesionales—, que hacen causa común para reivindicar su causa antipandemia destrozando y quemando gratuitamente cuanto les apetece. ¿Cuántos trabajan al día siguiente?, ¿cuántos pagan alquiler o hipoteca?, ¿tienen hijos menores o adultos dependientes a su cargo?, ¿son empresarios, funcionarios, empleados, autónomos o freelance? Mientras tanto, sigue muriendo g...
Los últimos días diversas ciudades del país han sido sistemáticamente sacudidas por disturbios y altercados a cargo de un batiburrillo de grupos de jóvenes, mayoritariamente varones, de diverso pelaje político y social —quitando profesionales—, que hacen causa común para reivindicar su causa antipandemia destrozando y quemando gratuitamente cuanto les apetece. ¿Cuántos trabajan al día siguiente?, ¿cuántos pagan alquiler o hipoteca?, ¿tienen hijos menores o adultos dependientes a su cargo?, ¿son empresarios, funcionarios, empleados, autónomos o freelance? Mientras tanto, sigue muriendo gente, los contagios no paran, el número de desempleados aumentan y la angustia y el malestar no cesan.
Juan M. Granados Dávila, Madrid