Ante un enemigo común…
Hay que unirse. No hablo del coronavirus, común e invisible de consecuencias devastadoras para la salud de todos, mientras que los políticos se enredan en discusiones partidistas, propias de una campaña electoral. Hablo de otro enemigo común: la crisis económica también consecuencia de la covid-19. Muchos trabajadores se han encontrado de la noche a la mañana sin ingresos o con unos ingresos nimios y ni siquiera tienen para comer, teniendo que acudir a despensas solidarias. Pero esa no es la solución, es necesaria una subida de impuestos que cumpla con su función de redistribución de las renta...
Hay que unirse. No hablo del coronavirus, común e invisible de consecuencias devastadoras para la salud de todos, mientras que los políticos se enredan en discusiones partidistas, propias de una campaña electoral. Hablo de otro enemigo común: la crisis económica también consecuencia de la covid-19. Muchos trabajadores se han encontrado de la noche a la mañana sin ingresos o con unos ingresos nimios y ni siquiera tienen para comer, teniendo que acudir a despensas solidarias. Pero esa no es la solución, es necesaria una subida de impuestos que cumpla con su función de redistribución de las rentas, evitando que aumente la brecha entre ricos y pobres, como en la crisis anterior. Pero es cierto que la crisis no es un enemigo común, solo es enemigo de las clases trabajadoras.
Lourdes Baeza Ruiz, Madrid.