Hacia la catástrofe
La situación en Madrid da escalofríos. Un ejemplo: al hijo de un amigo le llama un compañero de trabajo hace ocho días y le dice que es positivo. No le llamó ningún rastreador. Se aísla y contacta con su centro de salud, que le hace una PCR cuatro días después. Unos días más tarde, le llama la enfermera de atención primaria para preguntarle cómo se encuentra y decirle que todavía no está el resultado, que quizá aún tardará un poco —unos seis días después de realizarse la prueba—. Rastreo inexistente y demoras intolerables en los resultados de las PCR. Una gestión irresponsable e incompetente. ...
La situación en Madrid da escalofríos. Un ejemplo: al hijo de un amigo le llama un compañero de trabajo hace ocho días y le dice que es positivo. No le llamó ningún rastreador. Se aísla y contacta con su centro de salud, que le hace una PCR cuatro días después. Unos días más tarde, le llama la enfermera de atención primaria para preguntarle cómo se encuentra y decirle que todavía no está el resultado, que quizá aún tardará un poco —unos seis días después de realizarse la prueba—. Rastreo inexistente y demoras intolerables en los resultados de las PCR. Una gestión irresponsable e incompetente. Avanzamos hacia la catástrofe.
Marciano Sánchez Bayle. Madrid