Ocupar peor las calles
Tengo la sensación de que habrá que hablar de un concepto de la felicidad de “antes de” y de “después de”. Yo creía que esa percepción que tenía de que habitábamos en una cierta abundancia nos era suficiente. Pero parece ser que el misterio o desconfianza de lo que nos espera en este “después de” aparenta llevarnos de cabeza a un desenfreno colectivo. Y todo, por el ansia de alcanzar esa idea suprema de seguridad y de felicidad. De ahí, quizá, esta exageración general de buscarlo todo fuera. En el exterior. Y de ahí también mi absoluto pesimismo ante este “después de”. Porque ante lo poco cami...
Tengo la sensación de que habrá que hablar de un concepto de la felicidad de “antes de” y de “después de”. Yo creía que esa percepción que tenía de que habitábamos en una cierta abundancia nos era suficiente. Pero parece ser que el misterio o desconfianza de lo que nos espera en este “después de” aparenta llevarnos de cabeza a un desenfreno colectivo. Y todo, por el ansia de alcanzar esa idea suprema de seguridad y de felicidad. De ahí, quizá, esta exageración general de buscarlo todo fuera. En el exterior. Y de ahí también mi absoluto pesimismo ante este “después de”. Porque ante lo poco caminado hasta lo de ahora, nada me empuja a percibir que otro respirar diferente es posible.
Manuel I. Nanín. O Carballiño (Ourense)