Un viaje sin prevención
Sabemos de la obligatoriedad del uso de mascarillas durante los viajes en transporte público. Sin embargo, el pasado domingo, durante mi trayecto a Logroño no se cumplió esta norma: en la fila para subir al autobús observé que varios pasajeros usaban la mascarilla como bufanda y otros solo se tapaban la boca. Comenté esto al conductor y me respondió: sí, sí, ya lo he visto. Pero no hizo nada, ni dijo nada a nadie. A los pasajeros que iban con la mascarilla como bufanda, yo tuve que decirles que se la pusieran bien. Pero el conductor y la nula señalética dentro del autobús actuaban en mi contra...
Sabemos de la obligatoriedad del uso de mascarillas durante los viajes en transporte público. Sin embargo, el pasado domingo, durante mi trayecto a Logroño no se cumplió esta norma: en la fila para subir al autobús observé que varios pasajeros usaban la mascarilla como bufanda y otros solo se tapaban la boca. Comenté esto al conductor y me respondió: sí, sí, ya lo he visto. Pero no hizo nada, ni dijo nada a nadie. A los pasajeros que iban con la mascarilla como bufanda, yo tuve que decirles que se la pusieran bien. Pero el conductor y la nula señalética dentro del autobús actuaban en mi contra. Durante el viaje, varios jóvenes se quitaron la mascarilla para comer y beber, había un pasajero detrás de mí que no paraba de toser y de comer. Estuve muy nervioso. Este viaje fue un desastre en higiene y prevención de la transmisión de la covid-19. Este autobús iba con el pasaje completo y si uno fuese portador podría haber contagiado a todos los que iban dentro.
Miguel Ángel Van Rysselberghe. Logroño