Editorial

Vigilar los rebrotes

Relajar las medidas puede conducir a una indeseable vuelta al aislamiento

Empleados de la empresa cárnica alemana en la que se ha registrado un brote de coronavirus.FRIEDEMANN VOGEL (EFE)

Los rebrotes experimentados en los últimos días en países que daban por controlada la expansión de la covid-19 son una firme y a la vez inquietante señal de aviso: la pandemia no está contenida y eso implica que, inevitablemente, se producirán repuntes, como se ha visto en la reaparición con gran intensidad del virus en uno de los principales mercados de abastos de Pekín y en un matadero alemán. Estas recaídas han hecho saltar las alarmas y obligado a adoptar medidas drásticas para evitar la multiplicación de los contagios. Ante cualquier indicio de nuevos focos es fundamental que los sistemas...

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Los rebrotes experimentados en los últimos días en países que daban por controlada la expansión de la covid-19 son una firme y a la vez inquietante señal de aviso: la pandemia no está contenida y eso implica que, inevitablemente, se producirán repuntes, como se ha visto en la reaparición con gran intensidad del virus en uno de los principales mercados de abastos de Pekín y en un matadero alemán. Estas recaídas han hecho saltar las alarmas y obligado a adoptar medidas drásticas para evitar la multiplicación de los contagios. Ante cualquier indicio de nuevos focos es fundamental que los sistemas sanitarios estén preparados para actuar con prontitud.

Pese a que muchos países de Europa occidental están inmersos en un proceso de recuperación de la actividad social, cultural y económica, el virus sigue latente. En España se han registrado rebrotes preocupantes en distintas comunidades, que han obligado a decretar el confinamiento de los casos sospechosos y a rastrear a las personas que han estado en contacto con los infectados. Solo con acciones de choque contundentes se podrá mantener a raya la pandemia. La sociedad debe ser consciente de que relajar las medidas puede conducir a una indeseable vuelta al aislamiento.

Al margen de las discusiones sobre el origen del virus o la procedencia de la cepa que desencadena los rebrotes, lo importante es que los focos sean identificados con rapidez y que se desplieguen de forma eficaz estrategias para mitigar su propagación. Eso incluye realizar pruebas PCR masivas y extremar las precauciones para evitar que a través del turismo se importen casos, como ha ocurrido recientemente en Nueva Zelanda. La apertura de las fronteras no solo favorece la circulación de las personas sino que puede ser una vía de entrada del patógeno. En este escenario de vulnerabilidad se hace imprescindible mantener la guardia y extremar la vigilancia epidemiológica. Como ha alertado la OMS esta semana, el virus sigue expandiéndose, es mortal y mucha gente es susceptible de contraerlo.

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