Opinión

¡Cuidado!

Si dejáramos de creer en las hadas, ni la banca ni Coca-Cola ni El Corte Inglés durarían dos días. Midan ustedes sus palabras

Protesta de trabajadores de Nissan en Barcelona contra el cierre de la fábrica.David Ramos (Getty Images)

Mi nieta se ha enterado durante el confinamiento de que los Reyes Magos no existen, pero todavía cree en la Renault, en parte porque le hemos ocultado el desastre de Nissan. Hablé con ella para consolarla y la encontré más asombrada que triste. Le costaba creer que los adultos, de los que tiene una opinión mejorable, hubiéramos sido capaces de mantener un montaje de tal naturaleza a lo largo de tantos años. Yo mismo, escuchándola, me pregunté dónde habíamos aprendido a engañar de ese modo, aunque el capitalismo salvaje, sin duda, ha sido una gran escuela. Por eso hay que subvencionarlo, no se ...

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Mi nieta se ha enterado durante el confinamiento de que los Reyes Magos no existen, pero todavía cree en la Renault, en parte porque le hemos ocultado el desastre de Nissan. Hablé con ella para consolarla y la encontré más asombrada que triste. Le costaba creer que los adultos, de los que tiene una opinión mejorable, hubiéramos sido capaces de mantener un montaje de tal naturaleza a lo largo de tantos años. Yo mismo, escuchándola, me pregunté dónde habíamos aprendido a engañar de ese modo, aunque el capitalismo salvaje, sin duda, ha sido una gran escuela. Por eso hay que subvencionarlo, no se nos vaya a venir también abajo. Todo el dinero que el BCE y las instituciones monetarias inyecten en el sistema, para mantener la ilusión de la “Narrativa del Progreso Perpetuo”, será poco en comparación con los desórdenes sociales que su descrédito podría acarrear.

Debo este concepto, el de la “Narrativa del Progreso Perpetuo”, a Christopher Ryan, ensayista estadounidense autor de Civilizados hasta la muerte (Capitán Swing). Si la gente dejara de creerse el cuento del crédito y de la deuda, por citar dos pilares de nuestro régimen, se vendría abajo un mundo para el que no hay repuesto. Los Reyes Magos tienen el recambio de los padres amorosos, además del premio de crecer, pero no hay alternativa a la cloaca financiera. De ahí que nos parecieran tan irresponsables las declaraciones del presidente de Nissan Europa, según las cuales ni las presiones del Gobierno ni las de los sindicatos cambiarían la decisión de cerrar la planta de Barcelona. Dicho de otro modo: que dejáramos de creer en las hadas. Si dejáramos de creer en las hadas, ni la banca ni Coca-Cola ni El Corte Inglés durarían dos días. Midan ustedes sus palabras.

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