Malos modos
Si se toman los modales y las formas parlamentarias de nuestros representantes políticos electos como un reflejo de los de los conciudadanos a los que representan, este país no sale bien parado. Los medios no justifican el fin, por lo mismo los ataques personales gratuitos no se fundamentan en el poder social otorgado a los cargos públicos. Es un uso gratuito, interesado y egoísta del mismo y, además, no aportan nada positivo a la comunicación y mucho menos ayudan a solucionar los problemas. En la escuela, por ejemplo, se aplica un castigo que corrija esos comportamientos antisociales para que...
Si se toman los modales y las formas parlamentarias de nuestros representantes políticos electos como un reflejo de los de los conciudadanos a los que representan, este país no sale bien parado. Los medios no justifican el fin, por lo mismo los ataques personales gratuitos no se fundamentan en el poder social otorgado a los cargos públicos. Es un uso gratuito, interesado y egoísta del mismo y, además, no aportan nada positivo a la comunicación y mucho menos ayudan a solucionar los problemas. En la escuela, por ejemplo, se aplica un castigo que corrija esos comportamientos antisociales para que no se repitan.
Juan Manuel Granados Dávila. Madrid