México se abstiene en la votación que expulsa a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
El Gobierno de López Obrador vota en blanco, junto a Brasil, El Salvador o Arabia Saudí, a una medida acordada por mayoría e impulsada por EE UU
México es uno de los 58 Estados que ha decidido abstenerse en la votación que ha provocado la expulsión de Rusia de Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La Asamblea General del organismo tomó este jueves la decisión por mayoría de más de dos terceras partes -93 votos a favor de un total de 176- como respuesta a las “violaciones y abusos graves y sistemáticos” cometidos durante la invasión de Ucrania. El representante permanente de México ante la ONU, Juan de la Fuente, ha j...
México es uno de los 58 Estados que ha decidido abstenerse en la votación que ha provocado la expulsión de Rusia de Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La Asamblea General del organismo tomó este jueves la decisión por mayoría de más de dos terceras partes -93 votos a favor de un total de 176- como respuesta a las “violaciones y abusos graves y sistemáticos” cometidos durante la invasión de Ucrania. El representante permanente de México ante la ONU, Juan de la Fuente, ha justificado la decisión recordando primero el apoyo de su país a las últimas resoluciones del organismo pero enfatizando que “excluir, suspender, no es la solución” y que “México tiene la convicción de que deben mantenerse todos los canales de diálogo con las autoridades de la Federación de Rusia”.
La expulsión ha sido impulsada por EE UU y supone un fuerte revés para Rusia. El pasado lunes la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, propuso la mediada tras conocerse las atrocidades presuntamente cometidas por el ejército ruso en Bucha, un suburbio de Kiev, la capital ucrania. Tras más de un mes bajo el control de las fuerzas invasoras, las calles de la ciudad quedaron plagadas de cadáveres, muchos, con signos de tortura. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó los hechos como “crímenes de guerra” mientras que su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski, tras una visita a la zona, como las pruebas de un “genocidio”. Moscú sostiene que todo es un montaje, pese a las evidencias en contra, los relatos de los testigos y de los periodistas sobre el terreno y las imágenes por satélite.
México se desmarca así tanto de EE UU como de los países de la OTAN que votaron en bloque a favor de la expulsión. Entre las abstenciones se encuentran Estados como Brasil, Egipto, El Salvador, India o Arabia Saudi. La postura mexicana prolonga también una postura que de momento ha incluido, por un lado, la condena de la invasión rusa y, por otro, ha descartado tanto sanciones económicas al Kremlin como ayuda militar a Ucrania, una medida adoptada también tanto por EE UU como por la Unión Europea.
La guerra en Ucrania tiene dos lecturas para el Gobierno de Morena. En clave de política exterior, EE UU, su principal socio comercial, ha recalcado desde el principio del conflicto que considera al Gobierno mexicano como “un aliado importante” también en su agenda de seguridad. La lectura interna está atravesada por el clima de alta polarización política que ha contribuido a amplificar el ruido y las exageraciones. Una parte de la oposición trata de presentar a López Obrador como un amigo de Putin, una estrategia engañosa como lo es el afán de unos sectores de la izquierda de culpar a Washington y Bruselas de esta guerra.
La postura del representante permanente este jueves ante la asamblea general de la ONU ha recalcado que “México ha sido claro y contundente al condenar la invasión de Rusia sobre Ucrania, por ser violatoria del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios constitucionales de nuestra política exterior”. De la Fuente apunta también que México apoyo la reciente resolución del Consejo de Derechos Humanos del organismo para formar una comisión de investigación independiente destinada a “indagar todos los presuntos abusos y violaciones de los derechos humanos, y todo aquello que pudiese vulnerar el derecho internacional humanitario, derivado de la agresión de Rusia en Ucrania”.
La conclusión de México sobre la expulsión de Rusia es que su permanencia o no “en el Consejo de Derechos Humanos, no constituye un factor que la exima o que le imponga obligaciones bajo el derecho internacional”. Y asevera que “el punto central debe ser llevar ante la justicia a quienes resulten responsables, no suspender a un estado de su pertenencia a un órgano subsidiario de esta Asamblea ante el cual, todos los estados miembros, sin excepción, debemos rendir cuentas, bajo las mismas reglas y conforme a los mismos criterios”.
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