Cómo crear un hogar seguro para niños: cinco formas de protegerles de los accidentes
Las caídas, los cortes, las quemaduras o las intoxicaciones son los sucesos más habituales por los que las familias llevan a sus hijos al hospital. Alejarles de las zonas más peligrosas de la casa como las ventanas o la cocina puede evitar una visita a urgencias
Los accidentes domésticos tienen como protagonistas habituales a los niños. Su curiosidad natural les convierte en pequeños exploradores expuestos a accidentes en casa. La mejor forma de garantizar su seguridad es evitar su acceso a zonas de riesgo sin supervisión, como las cocinas o cerca de las ventanas. Los niños más pequeños son los que más acuden a urgencias. “Una de las consultas más frecuentes son los traumatismos craneoencefálicos por caídas accidentales de bebés. Las intoxicaciones se...
Los accidentes domésticos tienen como protagonistas habituales a los niños. Su curiosidad natural les convierte en pequeños exploradores expuestos a accidentes en casa. La mejor forma de garantizar su seguridad es evitar su acceso a zonas de riesgo sin supervisión, como las cocinas o cerca de las ventanas. Los niños más pequeños son los que más acuden a urgencias. “Una de las consultas más frecuentes son los traumatismos craneoencefálicos por caídas accidentales de bebés. Las intoxicaciones se producen, sobre todo, en menores de siete años por tomar medicamentos; productos de limpieza y cosméticos”, explica Sofía Mesa, pediatra de urgencias en el Hospital 12 de Octubre, en Madrid. “Otras consultas tienen que ver con el error por dosificación de los medicamentos; por accidentes como la inhalación de humo en caso de incendios y por escapes de gas”, incide la pediatra.
El mapa de incidencias domésticas de los niños está asociado a su edad. Los más pequeños son más propensos a sufrir accidentes relacionados con su escasa movilidad. “Los menores de seis meses suelen tener lesiones derivadas de caídas desde altura y rara vez sufren atragantamientos y quemaduras, al contrario que los niños con hasta 12 meses, que suelen tener más”, explica Iván Carabaño, profesor asociado de Pediatría en la Universidad Complutense de Madrid. A partir de los tres años, los niños tienen mayor autonomía y movilidad, por lo que el abanico de riesgos domésticos se amplía. “Las lesiones que se producen con más frecuencia a esa edad son por golpes, caídas, intoxicaciones, atragantamientos, quemaduras y ahogamientos. Sin embargo, entre los 7 y los 12 años los golpes y caídas están más asociados a la práctica deportiva”, matiza Carabaño. “Cuando los niños tienen más de 12 años, la incidencia de las lesiones cambia y no solo se refiere a las involuntarias, sino también a las autoinflingidas y a las derivadas de los actos de violencia, como las peleas”, añade.
Lo básico a lo que los niños no deben acceder por su seguridad son las sustancias o herramientas potencialmente peligrosas que hay en casa: “Los medicamentos y los productos de limpieza, el material de cocina cortante, las herramientas afiladas o las sustancias inflamables”, retoma Mesa. “Las ventanas o los balcones pueden provocar accidentes de caídas, por lo que conviene ser cuidadosos con la disposición de sillas, mesas y otros muebles con el fin de evitar que los niños se puedan asomar y precipitar”, advierte la médica.
La curiosidad natural del niño que le lleva a explorar el mundo no está reñida con la seguridad en el hogar. “Es imprescindible para su desarrollo que puedan conocer y experimentar con su entorno de forma segura. Por ello, debemos tener instalaciones óptimas; alejarles del fuego y sustancias muy calientes o de sistemas eléctricos precarios”, aconseja la pediatra. Sofía Mesa enumera varias propuestas para proteger a los niños en el ámbito doméstico:
- Tener cuidado con los bebés. Se pueden mover cuando duermen en la cama o en el sofá. Conviene colocar sistemas de barrera para evitar caídas y usar sistemas de retención homologados para otros accesorios infantiles, como las hamacas o las tronas.
- Vigilar especialmente el baño. Los ahogamientos se producen incluso con poca agua, por lo que el niño siempre debe estar supervisado en la bañera.
- Los medicamentos deben ser inaccesibles. Se pueden guardar en un lugar alto y con un cierre que impida la apertura del lugar donde están. Nunca se deben dejar estos productos en la mesilla de noche o en pastilleros y bolsos.
- Estar alerta con los productos industriales. Se trata de los más tóxicos. Su ingesta por los niños se suele producir cuando se almacenan en otros envases, como en una botella de agua que carece del cierre de seguridad del recipiente original.
- Comprobar que los juguetes son seguros y están homologados por las normas de seguridad europea (marca CE). Hay que evitar que contengan piezas pequeñas para los menores de cinco años, que pueden introducírselas en la boca y asfixiarse.
Cuando en casa se produce un accidente grave con el niño, se requiere una respuesta rápida para que reciba atención médica inmediata. “Se debe llamar al 112, donde informarán de los pasos a seguir o, si es necesario, indicarán cuándo trasladarnos a un centro sanitario”, continúa la pediatra Sofía Mesa, que menciona el Servicio de Información Toxicológica (SIT) que atiende consultas telefónicas de toda España las 24 horas, los siete días de la semana.
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