Practicar técnicas de respiración en verano para afrontar el otoño con energía
Un minuto de respiración consciente y profunda puede ser suficiente para ayudar a los menores a relajarse, reducir la ansiedad y favorecer la autorregulación y el pensamiento positivo
Divertirse a la vez que descansar es la máxima de cualquier familia que ansía disfrutar de las vacaciones. Un tiempo para poder resetear cuerpo y mente y contar con tiempo de calidad y de juego con los hijos. Y, si bien la piscina, el campo, la playa o los campamentos son los protagonistas de esta época, siempre se puede dar un paso más hacia el bienestar gracias a algunas técnicas de respiración que pueden aprenderse y ...
Divertirse a la vez que descansar es la máxima de cualquier familia que ansía disfrutar de las vacaciones. Un tiempo para poder resetear cuerpo y mente y contar con tiempo de calidad y de juego con los hijos. Y, si bien la piscina, el campo, la playa o los campamentos son los protagonistas de esta época, siempre se puede dar un paso más hacia el bienestar gracias a algunas técnicas de respiración que pueden aprenderse y practicarse en esta época de asueto, pero también durante todo el año. Estos métodos, además, pueden ser útiles para aquellos niños a los que las vacaciones les resultan estresantes por diferentes motivos, como pueden ser separarse de su entorno habitual o de sus amigos, no saber cómo disfrutar de los tiempos de ocio o tener ansiedad por el nuevo curso.
Una de las técnicas que se pueden hacer son los talleres bioenergéticos para niños o familias, que consisten en aprender técnicas de relajación y respiración. La bioenergética es una práctica dinámica creada por Alexander Lowen, médico y psicoterapeuta estadounidense, que combina la respiración, la expresión y el movimiento para permitir contactar con la energía vital, liberando tensiones y dando lugar a una mayor expresión creativa del potencial personal.
Existen ya algunos estudios recientes, como el publicado en el European Respiratory Journal (ERJ, por sus siglas en inglés) y titulado Development of modern bioenergetic analysis (Desarrollo de análisis bioenergéticos modernos, por su traducción al español), en el que los investigadores respaldan la idea de que las respiraciones bioenergéticas ayudan a niños con diversas enfermedades como la fibrosis quística (FQ). “Al evaluar la bioenergética respiratoria, se determinó que el consumo de glucosa, la destrucción de energía y la generación de entropía aumentaron en los niños con FQ. Teniendo en cuenta la disminución de la esperanza de vida de estos pacientes, el estudio confirma que los problemas respiratorios pueden desempeñar un papel importante en la esperanza de vida de estos enfermos”, se dice en el artículo.
“La respiración es una poderosa herramienta de autorregulación. Lo es más aún cuando se combina con técnicas de visualización e intención, como en el caso de las activaciones bioenergéticas”, explica el sociobiólogo, profesor italiano y maestro de meditación Daniel Lumera (Alguer, Italia, 48 años). Para este experto, la bioenergética es una práctica que puede modificar significativamente la respuesta fisiológica del niño al estrés. “Se ha demostrado que la respiración consciente reduce la ansiedad y favorece la autorregulación y el pensamiento positivo”, incide Lumera.
Así, mediante el aprendizaje y la práctica de algunas respiraciones guiadas concretas, los menores pueden resolver de manera inmediata muchas dificultades que se les puedan presentar a lo largo de su vida. “La ansiedad y el estrés también inhiben el aprendizaje y las habilidades sociales de los niños, mientras que un estado de calma positiva mejora su capacidad de aprender, concentrarse y memorizar”, añade. Lumera explica que las habilidades de autorregulación y atención son cruciales cuando necesitamos escuchar atentamente lo que se dice o cuando queremos aprender algo: “Cosas con las que los niños tienen dificultades y, afortunadamente, unos sencillos ejercicios de respiración consciente y activación bioenergética pueden aportar una solución inmediata”.
Con un minuto basta para que niño se relaje
Un estudio de 2021, elaborado por la Universidad de Stanford y titulado Respirar profundamente algunas veces reduce significativamente la excitación fisiológica de los niños en entornos cotidianos: resultados de una intervención de vídeo registrada previamente, concluyó que incluso un minuto de respiración consciente y profunda es suficiente para ayudar a los menores a calmarse. Según estos investigadores, respirar consciente, lenta y profundamente puede ayudar a calmar incluso a los más pequeños. Los autores asignaron aleatoriamente a 342 niños a un grupo de entrenamiento en la respiración o a un grupo de control. El grupo de entrenamiento respiratorio vio un vídeo de animación de un minuto en el que se les enseñaba a inhalar lentamente simulando que olían una flor, y a exhalar simulando que soplaban una vela. El grupo de control vio un vídeo con imágenes de animación similares, pero sin ejercicios de respiración.
Este informe científico también sugiere que las prácticas de respiración consciente, rítmica y profunda, como las activaciones bioenergéticas, equilibran el sistema nervioso autónomo, ayudando a las personas con TDAH (trastorno por déficit de atención) a estar más alerta y relajadas, aliviar los estados de ansiedad, tristeza y preocupación, aumentar la concentración y favorecer un buen sueño. “Una vez que se aprende o se realiza una pequeña formación, se puede practicar de forma independiente y según las necesidades y requisitos de cada uno, pues impacta positivamente sobre la salud, el bienestar y la calidad de vida”, asegura Lumera.
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