Eva Ferrer, médica: “El ejercicio durante el embarazo reduce el riesgo de depresión y ansiedad tanto prenatal como posparto”
La doctora de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Sant Joan de Déu lamenta que solo el 30% de las gestantes cumple las recomendaciones de actividad física, e incide en la importancia de combinar rutinas aeróbicas y de fuerza, pues implica beneficios para las mujeres y sus bebés
El embarazo es una época en la vida de la mujer en la que pueden surgir muchísimas dudas, entre ellas si es aconsejable o no hacer ejercicio. Cada vez son más las gestantes que muestran interés por saber cómo seguir activas esos nueve meses, pero, según la doctora Eva Ferrer (Barcelona, 51 años), médica en la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Sant Joan de Déu, solo alrededor del 30% de ellas cumple con las recomendaciones de actividad física prescritas por los profesionales de la salud. “Es muy necesario revertir estas cifras y aportar información adecuada y correcta para que los beneficios de hacer ejercicio físico, que son muchos, las anime a mantenerse activas, porque un embarazo activo reporta muchos beneficios tanto para la embarazada como para el bebe”, asegura.
La doctora explica que aunque hay casos en los que la gestación es de riesgo elevado y se recomienda reposo, cuando el embarazo sigue el curso normal “todavía persiste la creencia mayoritaria de que cuanto más tranquila esté la futura madre, menos riesgos”. “Evidentemente, existen contraindicaciones”, recalca Ferrer, “por lo que hay que valorar cada embarazo de manera individual, pero, si todo va bien, es poco probable que se recomiende que se esté quieta”.
PREGUNTA. ¿Cuáles son los beneficios del ejercicio físico para una embarazada?
RESPUESTA. Los beneficios no solo se circunscriben a la esfera de la salud física, sino también a la salud mental. A nivel físico ayuda a disminuir las molestias lumbares y la limitación de la movilidad debido, entre otros factores, al aumento de peso. En cuanto a aquellos beneficios relacionados con los cambios fisiológicos, cabe destacar la disminución del riesgo para desarrollar una diabetes gestacional o hipertensión. Mejora la salud cardiovascular y la resistencia física, lo que facilitará el trabajo de parto. En cuanto a la salud mental, el ejercicio reduce el riesgo de depresión y ansiedad tanto prenatal como posparto.
P. ¿Qué consecuencias puede tener para el bebé que su madre tenga una vida sedentaria durante su gestación?
R. Cada vez hay más estudios y publicaciones científicas que recalcan los beneficios para el feto, durante la gestación y a posteriori. En relación con los efectos posgestacionales, una revisión sistemática con metanálisis publicada este 2024 por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid revela que los niños de madres activas durante el embarazo presentan una tendencia más saludable en ciertos parámetros determinantes del sobrepeso y obesidad infantil, tales como peso de nacimiento o índice de masa corporal, entre otros. Aunque, también es verdad, debido a la heterogeneidad de los estudios y la variedad de protocolos analizados no se observe una marcada significación estadística. Los autores del citado artículo llaman la atención sobre la urgente necesidad del desarrollo de investigaciones en este ámbito científico. En este sentido, este grupo de investigación dirigido por el profesor Rubén Barakat presentará próximamente resultados de un estudio experimental que confirma y concreta los relevantes beneficios del ejercicio gestacional en parámetros determinantes del sobrepeso y obesidad infantil, confirmando el importante efecto preventivo de un embarazo físicamente activo sobre estas afecciones infantiles.
P. ¿Qué consideraciones debe tener una embarazada a la hora de entrenar?
R. Inicialmente hay que hacer una correcta valoración para descartar contraindicaciones que limiten la práctica de actividad física o un deporte. Es fundamental adaptarlo e individualizarlo, tanto para aquellas mujeres que son deportistas profesionales como para las más amateurs. Consultar con un profesional es esencial para ajustar expectativas y recomendaciones. En la actualidad, existe un cuestionario de acceso libre [Cuestionario para un embarazo físicamente activo, elaborado por la Sociedad Canadiense de Fisiología del Ejercicio] que permite hacer un autotest para valorar si existe o no riesgo y ofrece unas recomendaciones iniciales.
P. ¿Qué tipo de actividad es la más recomendada?
R. La combinación de actividad aeróbica y de fuerza sería lo más adecuado, no solo para trabajar a nivel cardiovascular y respiratorio, sino para que el sistema músculo-esquelético obtenga también beneficios. En ocasiones nos olvidamos de una zona anatómica esencial, que es el suelo pélvico. Este no solo es importante durante el embarazo, sino que lo será en el parto y en el posparto. Existen ejercicios específicos que ayudarán a tener y mantener un suelo pélvico en la mejor condición.
P. ¿Cuánto tiempo a la semana es recomendable que una gestante practique ejercicio? ¿A qué intensidad lo puede realizar?
R. Lo más adecuado sería seguir el concepto FITT —siglas de los cuatro apartados básicos de la programación de un entrenamiento: frecuencia, intensidad, tiempo y tipo—. En cuanto a frecuencia, se refiere a dedicarle entre tres y cinco días a la semana. La intensidad sería la que se considera moderada. Para poder establecer de manera sencilla cuál es la intensidad, se podría decir que es aquella que te permite hablar mientras la realizas. El tiempo serían 150 minutos a la semana, a dividir entre los días en los que se realiza ejercicio. Por lo que respecta al tipo de actividad, se debería incluir ejercicio de tipo aeróbico como podría ser bailar, nadar, andar, correr, bicicleta… junto con trabajo de fuerza ―resistencia para la que se pueden usar bandas elásticas o pesos de manera controlada—, como las sentadillas o push ups.
P. Después del parto, ¿cuándo una mujer puede retomar sus entrenos?
R. Va a depender del tipo de parto, porque no es lo mismo uno vaginal que una cesárea, y también del tipo de ejercicio o deporte que se practicara con anterioridad. Es importante consultar con un profesional para realizar una vuelta adecuada y sin riesgos para la salud, pero lo básico, que sería el desplazamiento andando, si no hay contraindicaciones, se puede realizar a los pocos días tras el parto.