De la feminista convencida al trumpista que critica los altos precios: Arizona vota entre medidas de seguridad

Los ciudadanos del Estado, uno de los siete que definirán la elección, también decidirán en un referéndum si protege el derecho al aborto en la Constitución local

En Arizona los colegios abrieron a las 06.00 de la mañana. En la imagen, una escuela de Phoenix, la ciudad más grande del Estado.Caitlin O'Hara (REUTERS)

El centro de votaciones frente a la Universidad Estatal de Arizona, la más grande del Estado con 145.000 estudiantes, tenía en la mañana del martes un flujo constante de electores. A las 8.00 en punto apareció allí Stephanie, de 35 años. “Los derechos de las mujeres y de las minorías son para mí los asuntos que me han hecho venir a votar. Es superimportante que no volvamos atrás”, asegura esta mujer, que votó en unas elecciones por primera vez con 19 años en 2008 para llevar a Barack Obama a la Casa Blanca.

Para esta jornada, Stephanie eligió vestir una sudadera con algunas fechas importantes mara las mujeres de Estados Unidos impresas en la espalda. Como 1900, cuando obtuvieron derechos a adquirir propiedades y recibir sueldos. 1910, cuando se les permitió usar pantalones. O 1965, cuando las afroamericanas pudieron ejercer su voto por primera vez. También está 2022, cuando comenzó la lucha por reinstaurar el derecho federal al aborto, que quedó consagrado en la sentencia Roe contra Wade. La lista termina con 2024: “Las mujeres pueden ser presidentas”.

La papeleta en Arizona es una de las más largas de la historia. Son dos páginas con los nombres de los candidatos, entre estos un senador federal, y algunas propuestas que han movilizado al electorado. Entre otras, está la 139 (para llevar la protección al aborto a la Constitución local) y la 314 (que endurece las penas criminales para los inmigrantes irregulares).

Hasta las 15.00 (23.00 hora de la España peninsular) habían votado 165.000 personas en el condado de Maricopa, el más poblado de Arizona. Este territorio es más grande que siete Estados de EE UU. Aquí están registrados para votar 2,4 millones de votantes, la mayoría de los 4,34 millones que componen el censo estatal. Los colegios abrieron a las 06.00 y cerrarán 11 horas más tarde. La gente que esté en la fila a las 19.00 podrá todavía podrán participar en el proceso electoral.

Bill Gates, supervisor del condado, asegura que la mañana ha transcurrido sin incidentes. El promedio de espera para votar ha sido de entre dos y cuatro minutos, aunque en un par de colegios hubo gente en fila hasta media hora debido a la gran afluencia. Gates ha prometido que los primeros resultados de la noche se darán a conocer a las 20.00 locales (ocho horas más en la España peninsular). La primera cifra que se dará a conocer será la de 1,2 millones de papeletas enviadas en las semanas pasadas. Entre el 70% y 75% de los 1,5 millones de votos anticipados ya ha sido computado.

Las autoridades del condado de Maricopa estiman que entre 300.000 y 375.000 personas votarán en persona este martes. Lo harán bajo estrictas medidas de seguridad. Los periodistas no pueden acercarse a menos de 22 metros de los colegios electorales. Tampoco se permiten las fotografías o videos dentro de este perímetro. Pedir el voto por un candidato también está prohibido, al igual que llevar armas, a pesar de que Arizona permite estar armado en público. Hay al menos una patrulla de la policía vigilando cada centro de votaciones.

En otras partes del Estado, no obstante, sí se han registrado contratiempos. Especialmente en la Nación Navajo, una reserva indígena del noroeste de Arizona, que tiene una población de 350.000 personas. Los medios locales aseguran que algunos votantes se han quejado porque en centros de votación instalados allí han fallado las impresoras de las papeletas, lo que ha provocado retrasos y frustración. Varias personas han abandonado las largas filas y renunciado a votar durante la mañana.

Un camión de la policía de Phoenix, en Arizona, el 5 de noviembre de 2024. Christian Petersen (Getty Images)

Chris Relega, de 24 años, ha votado por primera vez. Lo hizo por Donald Trump, a quien considera un “gran líder” y a quien respeta. Con su voto desea que el país se enfoque en los problemas reales como la economía y no en “asuntos intrascendentes” como los derechos de las personas trans y si estas pueden participar en los deportes. Relega ha votado en el Estadio Footprint, donde juegan los Phoenix Suns de Kevin Durant. Hace un gesto de duda cuando se le pregunta si cree que su candidato respetará el resultado electoral. “Ya sabes cómo es, pero confío en que sí lo hará”, responde.

Jeff, de 50 años, se tomó unos 20 minutos en completar la papeleta. Para él, sin embargo, la contienda más importante es la de la presidencia. “Voté por Donald Trump”, asegura este sonriente comerciante, quien ha acudido a votar en bermudas y sandalias. “Yo voto en persona, es un deber cívico”, afirma. En este ciclo, Jeff ha cambiado su registro de independiente a republicano. “El Partido Demócrata se ha ido al lado extremo de la izquierda”, asegura. Ha votado, por tercera elección consecutiva, por Donald Trump, por el estado de la economía. “Por decirlo simplemente, hace cuatro años tenía más dinero en mi bolsillo”, añade.

El sentido del voto latino será una de las incógnitas de esta elección en Arizona. Víctor, un vendedor de autos de 31 años, ha votado por primera ocasión como ciudadano estadounidense. Es originario de El Salvador y vive en Phoenix desde 2011 después de haber vivido en California y Tennessee. “Este país es de todos, incluso de los inmigrantes que hemos llegado a vivir aquí, y no solo de una sola raza de personas”, señala. Afirma haber votado por Kamala Harris para “salvar la democracia” y así evitar las deportaciones de inmigrantes que Donald Trump promete llevar a cabo. “Expulsar a millones de personas no soluciona nada, solamente romperá familias y dejará a niños dentro de jaulas”, indica.



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