Biden pide al Congreso que actúe rápido para evitar retrasos en la campaña de vacunación
El presidente electo presenta a los responsables de Sanidad, un equipo con rigor científico y experiencia en la gestión de crisis
Para afrontar uno de los desafíos más duros que ha vivido Estados Unidos, el presidente electo, Joe Biden, anunciaba este martes a los responsables de Sanidad para la Casa Blanca, entre los que continuará como principal asesor médico para la presidencia en la lucha contra la pandemia el doctor Anthony Fauci. Biden resaltó que el equipo será diverso y cualificado, y que desde el primer día estará listo para contener la crisis de...
Para afrontar uno de los desafíos más duros que ha vivido Estados Unidos, el presidente electo, Joe Biden, anunciaba este martes a los responsables de Sanidad para la Casa Blanca, entre los que continuará como principal asesor médico para la presidencia en la lucha contra la pandemia el doctor Anthony Fauci. Biden resaltó que el equipo será diverso y cualificado, y que desde el primer día estará listo para contener la crisis de la covid, lo que implica garantizar la distribución rápida, gratuita, segura e igualitaria de las vacunas. Pero todo lo anterior, puntualizó Biden, no es posible hacerlo sin que el Congreso apruebe los fondos necesarios para ello, por lo que pidió celeridad a los legisladores. A falta de la confirmación del Senado, Xavier Becerra, actual fiscal general de California -hijo de inmigrantes mexicanos-, será el secretario de Salud.
Biden indicó que no puede prometer acabar con el virus, pero sí comprometerse a cambiar el curso de la pandemia, que ha causado ya más de 276.000 muertes en EE UU. Tres serán sus objetivos para los primeros 100 días de Gobierno. El primero, que todos los ciudadanos lleven mascarilla en todos los lugares en los que la ley federal lo pueda imponer. “Necesitamos su ayuda”, dijo Biden, en un llamamiento a dejar de lado la política y actuar con responsabilidad. El segundo objetivo son 100 millones de vacunaciones en esa primera etapa de gobierno, lo que va a suponer “la operación más difícil y cara de la historia del país”. En este sentido, Biden pidió la acción urgente del Congreso para que se aprueben los fondos necesarios, así como que la Administración de Donald Trump adquiera las dosis necesarias de Pfeizer y Moderna. Y tercero y último, abrir la mayoría de los colegios. De nuevo, el presidente electo hizo hincapié en que la ayuda del Capitolio de Washington es esencial para poder avanzar y hacer frente a la pandemia.
Los futuros responsables de comunicación de la nueva Casa Blanca anunciaron el pasado lunes a los elegidos para la gestión sanitaria de la Administración demócrata, y este martes Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, hacían la presentación oficial en un acto en Wilmington (Delaware), donde comparecieron acompañados de varios de ellos -algunos entraron por videoconferencia-.
La Casa Blanca de Biden pretende pasar página de la teatralidad y en más de una ocasión la falta de rigor que ha marcado la gestión de la pandemia bajo Donald Trump, quien llegó a sugerir que se tratase el coronavirus con una inyección de desinfectante o con luz solar. La relación entre Trump y Fauci ha vivido notorios desencuentros en torno a la estrategia para combatir el coronavirus, y Biden ha pedido al principal asesor médico que le diga lo que “necesita saber” y no lo que “le gustaría oír”. El presidente electo espera lograr que la respuesta federal a la crisis sanitaria sea metódica, basada en conocimientos científicos y en lo que calificó de actitud disciplinada y transparente.
Además de Fauci y Becerra, los miembros de la gestión sanitaria norteamericana serán Vivek Murthy, como consejero de Sanidad -cargo que ya ocupó durante la Administración de Barack Obama-; Rochelle Walensky, como directora del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) y Marcella Nunez-Smith como presidenta del grupo de trabajo contra el coronavirus. Jeff Zients continuará ejerciendo su cargo de coordinador de la respuesta frente a la covid-19 y como asesor del presidente estadounidense. Estos nombramientos se ven en de la comunidad médica como una vuelta al lugar destacado de la ciencia en las emergencias de salud pública.
Biden destacó que el nuevo grupo de responsables sanitarios “se parece a América y reúne a líderes con amplia experiencia en salud pública, gestión de crisis y gestión gubernamental”. “Son expertos en sus áreas que harán recuperar la confianza pública en la respuesta a la pandemia liderando con hechos, ciencia, integridad y con máxima atención para poner bajo control la pandemia”, resaltó.
Biden pretende hacer realidad su visión de que la sanidad “es un derecho y no un privilegio para todos los estadounidenses”, por lo que se hace necesario bajar los costes de los servicios sanitarios y de los medicamentos. “Este equipo de líderes traerá integridad, rigor científico y experiencia en gestión de crisis para afrontar uno de los desafíos más duros que ha afrontado Estados Unidos: poner la pandemia bajo control para que el pueblo estadounidense pueda volver a trabajar y pueda volver a estar con sus seres queridos”, destacó.
El presidente electo también expresó su frustración sobre el hecho de que en medio de la pandemia en el Tribunal Supremo, por iniciativa republicana, se estudie acabar con la conocida como Obamacare, la ley sanitaria que garantiza cuidados sanitarios a más de 20 millones de estadounidenses que de otra manera quedaban fuera del sistema.
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