¿Por qué puede que no sepamos los resultados la noche electoral?
Cada Estado tiene reglas distintas para contabilizar el voto por correo. No se descartan litigios en caso de datos ajustados
Debido a la pandemia del coronavirus un récord histórico de electores ha emitido su voto de forma anticipada o ha enviado su papeleta por correo para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En la víspera de la gran cita ya habían votado más de 97 millones de estadounidenses, lo que r...
Debido a la pandemia del coronavirus un récord histórico de electores ha emitido su voto de forma anticipada o ha enviado su papeleta por correo para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En la víspera de la gran cita ya habían votado más de 97 millones de estadounidenses, lo que representa el 70% del voto global de 2016. Esto pone a una de las democracias más consolidadas del mundo en un escenario sin precedentes. Conocer al ganador de la contienda la noche de este martes va a depender de varios factores y los expertos no descartan que Estados Unidos se vaya a la cama sin saber quién será su próximo presidente, aunque el demócrata Joe Biden llega como favorito en las encuestas.
Cada Estado tiene sus propias reglas del juego a la hora de contar. Algunos permiten procesar el voto anticipado antes del día D, como Florida, Arizona y Carolina del Norte; otros, solo a partir de esa fecha, como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, y hay varios que aceptan papeletas incluso semanas después de la jornada electoral mientras tenga fecha del 3 de noviembre. La atención se centra en los nueve Estados considerados clave en estos comicios, unos territorios donde los sondeos muestran un resultado ajustado o en los que la historia no da siempre la victoria al candidato de un mismo partido: Florida, Pensilvania, Michigan, Carolina del Norte, Ohio, Wisconsin, Iowa, Arizona y Minnesotta. Otros tres pueden dar la sorpresa y varias casas de apuestas los han incluido como disputados en la recta final: Texas, Nevada y Georgia.
Los ojos del mundo entero estarán puestos ahí. Dentro de ese paquete de Estados, cada cual tiene su sistema de conteo y hay distintos husos horarios, por lo que unos informarán de los resultados antes que otros. Algunos ya están procesando los votos anticipados, que darán a conocer en cuanto cierren las urnas, y otros solo podrán empezar a contarlos a partir del cierre de urnas de este martes. Los márgenes pueden ir cambiando a lo largo de la noche o los días posteriores y tampoco se descartan litigios legales que obliguen a realizar un segundo recuento. Para ganar las elecciones, uno de los dos candidatos tiene que alcanzar 270 votos de los 538 votos electorales, repartidos proporcionalmente según la población de cada Estado. La mayoría que surja del sufragio popular le da todos los votos electorales en juego al candidato elegido en el territorio.
Los medios estadounidenses ya han advertido de que planean tener más precaución este año cuando proyecten los ganadores porque es posible que los primeros resultados no ofrezcan una imagen completa de la situación. A medida que se incluyan los votos por correo, el mapa debería favorecer a los demócratas. En los territorios que hacen público en qué partido está registrado el votante que ya ejerció su derecho, los datos arrojan que los partidarios de Joe Biden le sacan 15 puntos a los republicanos (45% contra 30%). Ahora, los Estados que ya hayan procesado y contado el voto por correo y luego sumen los emitidos de forma presencial pueden experimentar un cambio favorable para Donald Trump, ya que según los sondeos sus seguidores votarán mayoritariamente este martes.
El mejor escenario para conocer al ganador lo antes posible es que Biden logre un respaldo contundente en los Estados clave que den a conocer primero sus resultados. Por ejemplo, tanto Florida, donde los candidatos están prácticamente empatados, como Arizona y Carolina del Norte divulgarán la gran mayoría de resultados en cuestión de pocas horas. Si el demócrata tiene una clara victoria en estos territorios que Hillary Clinton perdió en 2016, es una señal de su posible triunfo. En el que caso de que Trump consiga una mayoría significativa en dichos Estados todavía no estará la noche escrita, pero habría razones suficientes para preocupar al demócrata. Si la carrera está demasiado ajustada como para dar un ganador, es probable que los resultados finales en esos territorios se conozcan días después.
Minnesota y Ohio también prevén dar a conocer los resultados bien entrada la noche del martes. Se espera que Wisconsin informe el miércoles por la mañana y Michigan y Pensilvania, al final de la semana, todos ellos Estados clave en la victoria de Trump en 2016. Georgia y Texas, dos feudos conservadores que en las últimas semanas se han vuelto territorios competitivos, deberían contar la mayoría de las papeletas durante la jornada electoral, pero puede extenderse hasta el día siguiente o el jueves.
Estos son los escenarios, siempre y cuando salga todo según lo planeado; puede haber factores que alteren la jornada, desde fallos tecnológicos hasta un huracán que extienda las horas de votación en algún territorio. Los funcionarios electorales planean comenzar a publicar resultados iniciales alrededor de las 20.00 de Washington (dos de la madrugada hora peninsular española), aunque solo de los Estados que hayan cerrado las urnas más temprano.
El recuento oficial completo suele conocerse a finales de noviembre y, a veces, se extiende hasta diciembre. Las papeletas enviadas por correo pueden ralentizar el sistema, ya que deben pasar por varios estadios antes del conteo, incluida la revisión de los funcionarios electorales para que garanticen su validez. En algunos Estados no comienzan a procesarlos hasta el día de las elecciones. A pesar de la campaña de desprestigio que ha hecho Trump durante meses sobre el voto por correo, no hay evidencia de que conduzca a fraude.
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