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Israel insta a los últimos habitantes de Ciudad de Gaza a desplazarse a una supuesta “zona humanitaria” que está destruida y colapsada

El ejército bombardea torres residenciales de la capital en cuyas inmediaciones se concentran los refugiados

Un joven palestino inspecciona lo que queda de su vivienda en el barrio de al-Amal, en Khan Yunis, intentando rescatar sus pertenencias tras un bombardeo israelí este sábado. Foto: Abdallah F.s. Alattar (Anadolu/Getty Images) | Vídeo: EPV

El ejército de Israel ha anunciado este sábado la apertura de lo que ha presentado como una “zona humanitaria” en el sur de la Franja de Gaza, y ha vuelto a instar a los habitantes de Ciudad de Gaza —la capital, en el norte— a que evacúen la localidad y se dirijan allí. Esa zona, sin embargo, ya fue...

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El ejército de Israel ha anunciado este sábado la apertura de lo que ha presentado como una “zona humanitaria” en el sur de la Franja de Gaza, y ha vuelto a instar a los habitantes de Ciudad de Gaza —la capital, en el norte— a que evacúen la localidad y se dirijan allí. Esa zona, sin embargo, ya fue declarada “humanitaria” en el pasado y, a pesar de ello, siguió siendo bombardeada por Israel. Ahora está destruida y ya colapsada de desplazados llegados de otras partes de la Franja.

El portavoz de las tropas israelíes en árabe, Avichay Adraee, ha insistido en que Israel “lleva a cabo una operación para eliminar a Hamás en Ciudad de Gaza” y ha exigido que los cerca de un millón de personas que se concentran en la capital se dirijan hacia esa área meridional donde, asegura, encontrarán “mejores servicios humanitarios”.

El territorio que el ejército designa ahora como humanitario es la zona de Al Mawasi, en el litoral de Khan Younis. Al inicio de la guerra, Israel ya designó esa zona como humanitaria, pero la siguió bombardeando. En los últimos días, autoridades locales y representantes de Naciones Unidas han remarcado que ese territorio ya está abarrotado de población desplazada y que no existe el espacio necesario para acoger el millón de residentes que Israel pretende desplazar desde Ciudad de Gaza, ni los servicios que tendrían que abastecerles.

“A partir de este momento, para facilitar la afluencia de personas que salen de Ciudad de Gaza, declaramos Al Mawasi como zona humanitaria”, ha dicho Adraee en un comunicado en sus redes sociales. El portavoz ha añadido que esa zona contará con “infraestructuras vitales” como hospitales de campaña, tuberías de agua, tiendas de campaña o medicamentos. Y ha asegurado que esos esfuerzos estarán coordinados con la ONU.

Adraee también ha señalado que quienes huyan de Ciudad de Gaza deben hacerlo por la calle de Al Rashid, la carretera que sigue la costa mediterránea y que ya ha acogido múltiples desplazamientos masivos de población civil desde el inicio de la guerra, en octubre de 2023. “Pueblo de Gaza: aprovechad la oportunidad de trasladaros a la zona humanitaria y uníos a miles de personas que ya lo han hecho”, ha apelado Adraee.

Aunque el portavoz ha indicado que los esfuerzos en al Mawasi se impulsan de la mano de las Naciones Unidas, la oficina de la ONU para la coordinación de asuntos humanitarios se ha desmarcado de la instrumentalización de la ayuda para desplazar a los gazatíes. En un comunicado, la agencia ha recordado este sábado que los actores implicados en el conflicto tienen la obligación de proteger a los civiles independientemente de si estos se encuentran en zonas designadas como “humanitarias” o “peligrosas”. La agencia ha añadido que permanecerá en Ciudad de Gaza para proteger el derecho de la población civil a quedarse en el municipio si lo desea.

“En los tres últimos días, las fuerzas israelíes han intensificado su campaña genocida y de limpieza étnica en Ciudad de Gaza”, advierte desde ese municipio Esperanza Santos, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras. En un comunicado, la cooperante describe una situación desesperada. Las bombas israelíes, dice, provocan heridos graves de manera continua y han causado la destrucción de “barrios enteros” en los que casi no queda “ni un solo edificio en pie”. Todo, en un contexto en el que trasladarse hacia el sur resulta difícil a pesar de las declaraciones israelíes. “La mayoría carece de medios para viajar”, señala Santos, que añade que “no hay ningún espacio” que esté preparado para recibir esas personas ni que esté “libre de bombardeos”.

Fuentes en hospitales gazatíes indicaron a Al Jazeera que los ataques israelíes han matado al menos a 58 personas este sábado, de las cuales 37 murieron en Ciudad de Gaza.

Edificios señalados en rojo

El ofrecimiento del ejército de Israel va acompañado de plomo. Minutos después de anunciar el plan humanitario para al Mawasi, Adraee ha anunciado bombardeos inminentes contra distintas torres de pisos en Ciudad de Gaza, que alega, sin aportar pruebas, que Hamás utiliza para fines militares. El portavoz ha publicado dos comunicados en los que adjunta mapas que muestran edificios señalados en rojo. Y se ha dirigido expresamente “a los residentes” de esos bloques y a quienes están en “tiendas de campaña” cercanas. “Os veis obligados a evacuar”, les ha dicho, instándoles a desplazarse inmediatamente “hacia la zona humanitaria de al Mawasi”.

Al cabo de un rato, dos de esas torres, que periodistas locales describen como residenciales, han sido bombardeadas. Antes, numerosas personas que tenían allí su refugio o su residencia han evacuado los edificios, que se encuentran a poca distancia de la torre Mushtaha, de 14 plantas, que Israel ya bombardeó el viernes.

El ejército de Israel se encuentra inmerso en una ofensiva contra Ciudad de Gaza que ya le ha llevado a controlar sobre el terreno, según sus propios cálculos, el 40% de ese territorio. El viernes, las autoridades israelíes dieron señales de ir un paso más allá en sus esfuerzos bélicos contra el municipio y anunciaron ataques contra algunas de las mayores torres de la ciudad.

El ministro de Defensa, Israel Katz, declaró el 22 de agosto que a Ciudad de Gaza le ocurriría lo mismo que a Rafah o que a Beit Hanoun —urbes gazatíes que la fuerza militar israelí ha dejado irreconocibles en estos dos años— si Hamás no aceptaba las condiciones de Israel para el fin de la guerra. Ese mismo día, la ONU declaró la hambruna en Ciudad de Gaza y en otras partes del enclave. La declaración ha carecido de impacto sobre las operaciones israelíes, que han designado el municipio como zona de combate.

Esas condiciones que plantea Israel incluyen el desarme y el exilio de la milicia palestina, así como el control de seguridad israelí sobre el enclave. Hasta el momento, los líderes de Hamás han rechazado esas exigencias, a la espera de un momento hipotético en el que la presión internacional —por ahora, tímida— lleve a Israel a firmar una tregua que permita la supervivencia del movimiento armado.

Desde que la hambruna es oficial en la Franja, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha registrado 104 fallecidos por inanición, de las cuales 20 eran niños. Seis de estas muertes han tenido lugar en las últimas 24 horas, según ha indicado el Ministerio este sábado. Desde el inicio de la guerra, el hambre ha matado a 382 personas en el enclave. Y, en total, 64.370 palestinos han muerto hasta la fecha en esta guerra, según las autoridades sanitarias de la Franja; cerca de la mitad de esas víctimas son mujeres y niños.

La BBC británica afirmó el viernes que los intensos bombardeos israelíes han “arrasado” varios barrios durante las últimas cuatro semanas, según muestran imágenes de satélite revisadas por su equipo de verificadores.

Aunque Israel vincule la destrucción de edificios con la guerra contra Hamás, los palestinos perciben esas operaciones como un intento de hacer de la milenaria Ciudad de Gaza un lugar inhabitable. Esto ocurre en un momento en el que los Gobiernos de Israel y EE UU plantean abiertamente la necesidad de empujar a los gazatíes a abandonar la Franja hacia terceros países. Ambos Ejecutivos describen esa posibilidad como una “migración voluntaria”, pero las organizaciones de derechos humanos lo catalogan como una limpieza étnica.

“¿Qué queda para nosotros?”, se preguntaba entre lágrimas un hombre el viernes tras salir de la torre Mushtaha en la que se refugiaba. “Bombardearon mi casa, bombardearon el lugar en el que me refugié después y bombardean ahora este otro sitio en el que estaba. ¿Dónde deberíamos ir?”.

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