El partido alemán AfD quiere fundar un tercer grupo ultra en Bruselas con la formación de Alvise Pérez
La nueva agrupación podría llamarse Los Soberanistas, según la revista ‘Der Spiegel’, e incluiría a varios partidos de extrema derecha del este de Europa
La Eurocámara podría tener un tercer grupo parlamentario de extrema derecha, además de los que lideran las formaciones de la italiana Giorgia Meloni y la francesa Marine Le Pen. El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) quiere fundar un nuevo grupo en el que integrará a pequeñas formaciones de extrema derecha de varios países, entre ellas el español Se acabó la Fiesta (SALF), del agitador ultra Alvise Pérez, seg...
La Eurocámara podría tener un tercer grupo parlamentario de extrema derecha, además de los que lideran las formaciones de la italiana Giorgia Meloni y la francesa Marine Le Pen. El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) quiere fundar un nuevo grupo en el que integrará a pequeñas formaciones de extrema derecha de varios países, entre ellas el español Se acabó la Fiesta (SALF), del agitador ultra Alvise Pérez, según publica la revista alemana Der Spiegel.
AfD pertenecía al grupo Identidad y Democracia (ID), liderado por Le Pen, hasta que fue expulsado pocas semanas antes de las elecciones europeas a raíz de unas declaraciones de su candidato, Maximilian Krah, en las que afirmaba que no todos los miembros de las SS nazis fueron criminales. El partido alemán expulsó a Krah apenas unas horas después de que cerraran los colegios electorales para tratar de congraciarse con la política francesa y volver a entrar en ID, pero la estrategia no funcionó.
La formación pretende ahora crear y liderar su propio grupo parlamentario, que según la revista se llamará Los Soberanistas. AfD ha salido muy reforzada de los comicios europeos, celebrados el pasado 9 de junio. Obtuvo el 15,9% de los votos y se convirtió en la segunda fuerza política en el país, solo por detrás de los democristianos de la CDU-CSU y por delante de los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz.
AfD cuenta con 15 escaños en el Parlamento Europeo. Para formar un grupo parlamentario se necesitan al menos 23 de siete países distintos. Los miembros del nuevo grupo podrían proceder principalmente de los firmantes de la llamada Declaración de Sofía, iniciada en abril de este año por el partido búlgaro Vazrazhdane (Renacimiento) para exigir, entre otras cosas, negociaciones de paz en Ucrania y el fin de lo que califica como “burocracia desenfrenada” de la Unión Europea. La declaración afirma también que la civilización europea está “amenazada por la agresión de ideologías globalistas”.
Los potenciales socios de AfD en el nuevo grupo incluyen al español SALF, SOS Rumania; el Hnutie Republika (Movimiento republicano) eslovaco; el NIKH, de Grecia; Mi Hazank Mozgalom (Nuestra Patria), de Hungría, y Confederación, de Polonia.
La creación de este nuevo grupo modificaría, por tanto, la distribución de fuerzas de derecha populista en la Eurocámara. Al situarse en el extremo más a la derecha, los otros dos grupos pueden presentarse por comparación como más moderados. De hecho, Marine Le Pen y su partido, Reagrupamiento Nacional, llevan meses intentando adoptar una estrategia de moderación de cara al exterior. El próximo sábado, Francia celebrará la primera vuelta de unas elecciones parlamentarias en las que el partido de Le Pen parte como favorito.
El otro grupo de ultraderecha, los Reformistas y Conservadores Europeos (ECR), al que pertenece el partido de raíces neofascistas Hermanos de Italia, de la primera ministra Giorgia Meloni, o los ultras españoles de Vox, también ha tratado de rebajar su radicalidad. Hasta el punto de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha trazado un cordón sanitario reducido, que diferencia entre la ultraderecha aceptable, como la de Meloni y otros partidos dentro de ECR, y otra indeseable, que considera “amigos de Putin”, en la que incluye a AfD.
El partido alemán no se ha pronunciado públicamente sobre la creación del nuevo grupo. Der Spiegel ha podido confirmar que está en marcha gracias a un correo electrónico filtrado en el que un miembro de la formación solicita al Parlamento Europeo usar una sala para 100 personas para celebrar allí “la reunión constitutiva de un nuevo grupo parlamentario” el 27 de junio. En el correo se solicita servicio de catering para un encuentro de dos horas: “Agua, café, algo de comer”.
AfD hablará de sus planes para Europa durante el congreso anual que celebra este fin de semana en la ciudad de Essen, en el oeste de Alemania. A finales de mayo, después de que el grupo ID tomara la decisión de excluirlos, los líderes de la formación política, Alice Weidel y Tino Chrupalla, aseguraron en un comunicado que el partido “por supuesto se esforzará para garantizar un grupo parlamentario potente en el Parlamento Europeo con una delegación mayor”. Los copresidentes de la formación afirmaban estar “seguros” de que podrían “contar con socios fiables en la nueva legislatura”.
AfD es el único partido del Bundestag alemán que aboga por abolir la Unión Europea en su forma actual. “Creemos que la UE no puede reformarse y la consideramos un proyecto fracasado”, asegura el preámbulo de su programa electoral. En su lugar, defienden una “unión de naciones europeas” en la que tenga más peso la soberanía de los Estados miembros. En política migratoria, el partido aboga por proteger las fronteras exteriores para impedir la inmigración ilegal y fomentar las deportaciones para crear lo que llama “Fortaleza Europa”. Hace unos meses miembros de AfD participaron en una reunión secreta con conocidos neonazis para hablar de un plan de “reemigración”, según el cual serían expulsados de Alemania millones de personas de origen extranjero. La filtración de esta noticia desató un escándalo importante y manifestaciones en muchas ciudades de Alemania.
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