Scholz transmite a Netanyahu en Berlín su “gran preocupación” por la reforma judicial en Israel
Decenas de miles de personas vuelven a manifestarse contra el proyecto del mandatario israelí, recibido en la capital alemana también con protestas. Los líderes de cinco de los seis partidos de oposición con presencia parlamentaria aceptan la alternativa presidencial
Berlín ya había mostrado su preocupación por la deriva que está tomando la polémica reforma judicial y la profunda crisis política en Israel, pero este jueves el propio Benjamín Netanyahu lo ha escuchado en persona de boca del canciller alemán, Olaf Scholz. Con tono amable, pero fondo de crítica, Scholz ha instado al primer ministro israelí, de visita en la capital alemana, a preservar el estatus de Israel como democracia lib...
Berlín ya había mostrado su preocupación por la deriva que está tomando la polémica reforma judicial y la profunda crisis política en Israel, pero este jueves el propio Benjamín Netanyahu lo ha escuchado en persona de boca del canciller alemán, Olaf Scholz. Con tono amable, pero fondo de crítica, Scholz ha instado al primer ministro israelí, de visita en la capital alemana, a preservar el estatus de Israel como democracia liberal y a intentar encontrar una solución al conflicto. El Gobierno alemán sigue “muy de cerca y con gran preocupación” la crisis ocasionada por el proyecto para reestructurar el sistema judicial. “La independencia del poder judicial es un gran bien democrático”, ha subrayado el canciller durante la rueda de prensa conjunta.
El viaje de Netanyahu, más corto de lo previsto, ha empezado con una visita al monumento conmemorativo de las víctimas del Holocausto Andén 17, en la estación de tren de Grünewald, desde donde alrededor de 10.000 judíos fueron deportados a campos de concentración y exterminio. “Alemania no olvidará la responsabilidad que tiene y siempre estará a la altura”, ha señalado Scholz. Durante la visita, Netanyahu ha enfatizado la importancia de la capacidad de su país para defenderse. “Sabemos que las llamadas a la aniquilación de Israel no han cesado”, ha señalado: “Una lección importante del Holocausto es contrarrestar tales amenazas a tiempo para prevenir catástrofes”.
En paralelo a las protestas organizadas en Israel, varios centenares de personas se han concentrado en Berlín junto a la puerta de Brandeburgo y frente al Bundestag, muy cerca de la Cancillería, donde se han reunido ambos mandatarios. Se han visto pancartas hechas a mano que piden “salvar la democracia israelí”; otras en las que se compara a Netanyahu con Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, y algunas que juegan con la denominación ‘primer ministro’ en inglés (prime minister) y le llaman “crime minister (ministro del crimen)”. La capital alemana es el epicentro de los israelíes de izquierda que residen fuera de su país.
Netanyahu se ha llevado en Berlín otra amonestación por parte de Josef Schuster, el líder de la comunidad judía en Alemania: “Le he dicho que su Gobierno está dividiendo cada vez más a la sociedad israelí y jugándose la confianza en el Israel democrático”. Pero también ha subrayado: “Los judíos en Alemania y en todo el mundo están firmemente del lado de Israel y quieren seguir estándolo”.
Scholz ha expresado su simpatía por las víctimas de los recientes ataques terroristas en Israel y Cisjordania, pero también ha enfatizado su preocupación por una mayor escalada del conflicto en Oriente Próximo. “Estamos consternados por esta violencia ciega. Debe ser contrarrestada con la coherencia del Estado de derecho, pero no con una justicia vigilante desenfrenada”, ha remarcado el canciller durante la rueda de prensa conjunta. Alemania, ha señalado, pide a todas las partes que no intensifiquen más el conflicto, lo que incluye dejar de construir más asentamientos.
Scholz ha insistido en que es necesario seguir discutiendo y negociando la reforma judicial. “Como amigos de Israel, nos gustaría que aún no se haya dicho la última palabra sobre esta cuestión”.
Alemania e Israel mantienen una relación especial, marcada por la shoah, el asesinato en masa de seis millones de judíos por parte de la dictadura nazi. Ambas naciones forjaron fuertes lazos diplomáticos en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. La relación se restableció formalmente en 1965, aunque en 1960 ya se había producido un histórico encuentro entre David Ben Gurion y Konrad Adenauer en un hotel de Nueva York que marca oficiosamente el inicio. Los sucesivos gobiernos alemanes han calificado la seguridad nacional de Israel como una prioridad de su política exterior.
Propuesta alternativa de Herzog
Netanyahu no llegó a Berlín hasta última hora del miércoles, bastante después de lo previsto. Retrasó el viaje para reunirse por la tarde con miembros de su Gobierno con vistas al discurso a la nación en el que el presidente, Isaac Herzog, presentó una propuesta alternativa a la del Ejecutivo, con el objetivo de superar la crisis política y evitar “el abismo”. “Un acuerdo completo es imposible, pero en este momento decisivo debemos aspirar a un acuerdo amplio en temas legales [...]. Quien crea que una guerra civil es una frontera que no cruzaremos no tiene ni idea”, advirtió Herzog, que carece de funciones ejecutivas, pero puede arbitrar en crisis políticas.
Netanyahu ha reafirmado este jueves su rechazo a la iniciativa presidencial, expresado ya tras la intervención de Herzog. “No es una propuesta de compromiso, es una propuesta parcial”, ha declarado en un vídeo difundido en su canal de la red Telegram. Los líderes de cinco de los seis partidos de oposición con presencia parlamentaria, por el contrario, han comparecido este jueves en Tel Aviv para anunciar su aceptación de la propuesta del presidente.
En una rueda de prensa conjunta, Yair Lapid (Yesh Atid); Benny Gantz (Unidad Nacional); Avigdor Lieberman (Israel Beitenu); Merav Mijaeli (Laborismo); y Mansur Abbas (Lista Árabe Unida) han aclarado que discrepan con algunas de las líneas maestras que Herzog presentó como base para un diálogo parlamentario, pero las ven como una vía de salida a la crisis y la división. “No es perfecto, ni lo que queríamos, pero es un acuerdo de compromiso justo que nos permite vivir juntos”, ha señalado Lapid. “La alternativa”, ha agregado, “es un daño grave a nuestra economía y nuestra seguridad nacional, y una sociedad enfadada, confundida y hecha trizas”. En la misma línea, Gantz ha destacado que la propuesta “no es ideal”, pero sí “realista”. La alianza entre los partidos árabes Hadash y Taal fue la única con diputados en la oposición que estuvo ausente de la comparecencia. La minoría palestina con ciudadanía israelí (un 21% de la población del país) se mantiene por lo general al margen de la protesta.
El inmediato rechazo del Ejecutivo a la propuesta (“sus elementos centrales simplemente perpetúan el statu quo”, dijo Netanyahu antes de viajar a Berlín) sobrevoló este jueves la jornada de protestas celebrada en distintos puntos del país, en las que participaron decenas de miles de ciudadanos, pese a haber sido convocada días antes de la intervención de Herzog. Es la tercera jornada de acciones —como marchas, sentadas, cortes de carreteras o escraches— que complementan a las manifestaciones que se producen cada sábado, al terminar el shabat, desde hace más de dos meses. Con ellas, los opositores a la reforma judicial buscan aumentar el pulso al Gobierno en un momento crítico.
En Tel Aviv, varios centenares lograron cortar de nuevo, durante cerca de una hora, la importante carretera Ayalón, mientras coreaban: “¡Democracia!”, “¡No tenemos miedo!” y “Nuestro Estado no es de Netanyahu”. Eran principalmente jóvenes o de mediana edad que portaban numerosas banderas de Israel y algunas con los colores del arcoíris. Un grupo iba vestido de rosa para pedir un futuro de ese color para Israel.
“La velocidad con la que el Gobierno ha rechazado la propuesta del presidente muestra que es aún más necesario que estemos aquí hoy”, señalaba una de las manifestantes, Merav Klein, en medio de la carretera. “No tienen voluntad de hablar. [El presidente] dijo que traía algo inicial, sobre lo que empezar a hablar, pero está claro que lo que quieren es transformar Israel de una democracia a una dictadura […]. Nos llaman traidores, pero yo fui al ejército y mi hijo está ahora allí [haciendo el servicio militar obligatorio]”, añadía.
Klein, de 50 años, se definía como “mizrahí e izquierdista orgullosa” para recalcar que no todos los detractores de la reforma son asquenazíes (judíos originarios del centro y este de Europa, más asociados a la élite secular que construyó el país). Los judíos mizrahíes, que provienen del norte de África y Oriente Próximo, han estado tradicionalmente vinculados en Israel al partido Likud de Netanyahu. Se trata de una brecha sociopolítica que está latente en el país que esta crisis ha sacado a la luz.
Simona, de 28 años, asegura que no ha dejado de acudir a una sola de las manifestaciones, así que no ve motivo para pisar el freno justo ahora. “No nos van a escuchar si simplemente pedimos las cosas. Somos transparentes para ellos”, asegura. Sujeta una bandera nacional. A su alrededor, bastantes manifestantes llevan pegatinas con lemas como: “Esta es una guerra por nuestro hogar”, “Democracia o rebeldía”, “Creemos en la Declaración de Independencia” o “Mentiroso, hijo de mentiroso”, en referencia a cómo se refirió a Netanyahu su hoy ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, en una conversación privada que fue filtrada en la campaña para las elecciones del pasado noviembre.
Otros restaban importancia a la iniciativa presidencial. “Es una cortina de humo”, opinaba Oded, de 45 años. “Hay un grupo en el Gobierno que es agresivo, radical y odia a las minorías. Espero al menos que de todo este balagan (lío) salga un país mejor”.
Los policías, situados a ambos lados de los manifestantes, fueron avanzando a pie y montados en caballos hasta encajonarlos hacia la vía de salida y obligarlos a desalojar la carretera. En el proceso, un manifestante fue arrestado y la multitud empezó a gritar: “¡Vergüenza!”. Los agentes detuvieron a 11 personas en todo el país este jueves.
El ejército israelí mata a cuatro palestinos en una nueva redada en Cisjordania
Mientras la reforma judicial centra la atención en Israel, la violencia no da tregua. Cuatro palestinos han muerto este jueves en una redada en la ciudad de Yenín, en el norte del territorio ocupado de Cisjordania, en la que las fuerzas de seguridad israelíes ya hicieron el mes pasado su incursión más letal desde 2005, con 11 muertos. Al menos dos de los fallecidos de este jueves eran milicianos y otro, un adolescente. Además, un breve vídeo, difundido por el diario israelí Haaretz, muestra cómo aparentemente uno de los efectivos israelíes, vestido de incógnito, remata de un disparo a bocajarro en la cabeza a un palestino que yacía desarmado en el suelo.
Más de 80 palestinos y 13 israelíes (más una ucrania que se encontraba en el lugar de un atentado) han muerto en lo que va de año, en una escalada de tensión de la zona que está dejando cifras de víctimas inéditas desde la Segunda Intifada (2000-2005).
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