Al menos 72 muertos en la ola de violencia tras el encarcelamiento de Zuma en Sudáfrica

Más de 1.234 personas han sido detenidas durante los disturbios

Soldados y policías sudafricanos detienen a supuestos saqueadores en el centro comercial Jabulani en Soweto, este martes.LUCA SOLA (AFP)
Agencias
Johanesburgo -

Las fuerzas de seguridad intentan contener la inédita ola de violencia en la Sudáfrica democrática. La oleada de disturbios y saqueos masivos que sufre el país desde la semana pasada, con niveles de vandalismo inéditos en la historia democrática de la nación, acumula ya 72 muertos y 1.234 detenidos, mientras la Policía y el Ejército unen fuerzas para estabilizar las zonas afectadas. Los graves incidentes se concentran en dos regiones: la oriental provincia de KwaZulu-Natal y el coraz...

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Las fuerzas de seguridad intentan contener la inédita ola de violencia en la Sudáfrica democrática. La oleada de disturbios y saqueos masivos que sufre el país desde la semana pasada, con niveles de vandalismo inéditos en la historia democrática de la nación, acumula ya 72 muertos y 1.234 detenidos, mientras la Policía y el Ejército unen fuerzas para estabilizar las zonas afectadas. Los graves incidentes se concentran en dos regiones: la oriental provincia de KwaZulu-Natal y el corazón político y económico de la nación más desarrollada de África, la provincia de Gauteng (donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria). Las protestas comenzaron el pasado viernes a raíz del encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma por desacato judicial. Zuma se ha declarado inocente de todos los cargos de corrupción que pesan contra él y ha asegurado que tienen una motivación política.

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En esas zonas, durante los últimos días turbas de personas arrasaron completamente centros comerciales y tiendas, quemaron vehículos e inmuebles y cortaron calles y carreteras.

Lo que comenzó como protestas por el encarcelamiento del polémico expresidente Jacob Zuma (2009-2018) por desacato judicial, provocó una oleada de saqueos y vandalismo indiscriminado de una magnitud que el presidente del país, Cyril Ramaphosa, comparó con la convulsa transición que Sudáfrica vivió a principios de los años noventa, tras el final del sistema segregacionista del apartheid.

“El camino de la violencia, de los saqueos y de la anarquía solo lleva a más violencia y devastación. Lleva a más pobreza, más desempleo y más pérdida de vidas inocentes. Esto no es lo que somos como pueblo”, lamentó anoche Ramaphosa en un mensaje a la nación.

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