Al menos 72 muertos en la ola de violencia tras el encarcelamiento de Zuma en Sudáfrica
Más de 1.234 personas han sido detenidas durante los disturbios
Las fuerzas de seguridad intentan contener la inédita ola de violencia en la Sudáfrica democrática. La oleada de disturbios y saqueos masivos que sufre el país desde la semana pasada, con niveles de vandalismo inéditos en la historia democrática de la nación, acumula ya 72 muertos y 1.234 detenidos, mientras la Policía y el Ejército unen fuerzas para estabilizar las zonas afectadas. Los graves incidentes se concentran en dos regiones: la oriental provincia de KwaZulu-Natal y el coraz...
Las fuerzas de seguridad intentan contener la inédita ola de violencia en la Sudáfrica democrática. La oleada de disturbios y saqueos masivos que sufre el país desde la semana pasada, con niveles de vandalismo inéditos en la historia democrática de la nación, acumula ya 72 muertos y 1.234 detenidos, mientras la Policía y el Ejército unen fuerzas para estabilizar las zonas afectadas. Los graves incidentes se concentran en dos regiones: la oriental provincia de KwaZulu-Natal y el corazón político y económico de la nación más desarrollada de África, la provincia de Gauteng (donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria). Las protestas comenzaron el pasado viernes a raíz del encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma por desacato judicial. Zuma se ha declarado inocente de todos los cargos de corrupción que pesan contra él y ha asegurado que tienen una motivación política.
En esas zonas, durante los últimos días turbas de personas arrasaron completamente centros comerciales y tiendas, quemaron vehículos e inmuebles y cortaron calles y carreteras.
Lo que comenzó como protestas por el encarcelamiento del polémico expresidente Jacob Zuma (2009-2018) por desacato judicial, provocó una oleada de saqueos y vandalismo indiscriminado de una magnitud que el presidente del país, Cyril Ramaphosa, comparó con la convulsa transición que Sudáfrica vivió a principios de los años noventa, tras el final del sistema segregacionista del apartheid.
“El camino de la violencia, de los saqueos y de la anarquía solo lleva a más violencia y devastación. Lleva a más pobreza, más desempleo y más pérdida de vidas inocentes. Esto no es lo que somos como pueblo”, lamentó anoche Ramaphosa en un mensaje a la nación.