La investigación en Europa, muy lejos de sus objetivos
Solo 14 miembros de la UE invierten más del 2% del PIB en I+D
La pandemia mundial ha señalado la necesidad imperiosa de invertir en masa en el sector de la investigación. En Europa, este sector representa poco más del 2% del PIB, un nivel inferior al objetivo fijado por la UE. La crisis sanitaria y la carrera por las vacunas de las empresas farmacéuticas de todo el mundo han puesto de manifiesto la necesidad de que las economías inviertan más en investigación. Es más, los países comunitarios confiesan un retraso considerable con respecto a las economías más importantes del mundo.
En 2019, el conjunto de los Estados miembros destinó un total de 352...
La pandemia mundial ha señalado la necesidad imperiosa de invertir en masa en el sector de la investigación. En Europa, este sector representa poco más del 2% del PIB, un nivel inferior al objetivo fijado por la UE. La crisis sanitaria y la carrera por las vacunas de las empresas farmacéuticas de todo el mundo han puesto de manifiesto la necesidad de que las economías inviertan más en investigación. Es más, los países comunitarios confiesan un retraso considerable con respecto a las economías más importantes del mundo.
En 2019, el conjunto de los Estados miembros destinó un total de 352 000 millones de euros a investigación y desarrollo. Esta cifra representa un 2,1% del PIB, inferior al objetivo que estableció Bruselas (3%) para 2020.
Corea del Sur (4,5%) es, con diferencia, el país que dedica un mayor porcentaje de su PIB al sector de la investigación, por delante de Japón (3,3 %) y de Estados Unidos (3%).
Los datos recogidos en 2019 por Eurostat muestran grandes desigualdades entre los países de la Unión Europea. De hecho, los gastos en I+D de Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia representaron ese año tres cuartas partes del gasto de toda la UE. Sin embargo, no es en estos países donde se hace el mayor esfuerzo de investigación en Europa.
En 2019, Suecia gastó casi 1.600 euros por habitante; el país que más, seguido de Austria (1.571 euros), y Alemania (1.500 euros). Francia gastó 1.201 euros y el Reino Unido, 666 euros. En los últimos puestos de esta clasificación encontramos a los países de Europa central y del Este, como Rumania, que gasta 55 euros por habitante en I+D.
De entre los Estados miembros de la Unión Europea, Suecia fue el país ganador en 2019, con un 3,4% de su PIB destinado a la investigación. Suecia, Austria, Alemania y Dinamarca son los únicos cuatro países europeos que alcanzaron el objetivo del 3% del PIB. Francia, con un 2,19 % se sitúa en el octavo lugar y justo por encima de la media europea. Solo 14 países alcanzaron el 2%.
El sector privado es el principal contribuidor con 234.000 millones de euros invertidos, lo que equivaldría a un 67% de la cantidad total; le siguen la educación superior (22 %) y los Estados (11%).
Aunque la inversión ha aumentado desde el año 2000, la UE sigue lejos de los objetivos fijados en el programa Horizonte 2020. Este programa, creado en 2010 para asegurar “un crecimiento inteligente, duradero e inclusivo”, planeaba que las empresas destinaran un 2% de su PIB al sector de I+D. Este objetivo se alcanzó únicamente en tres países en 2019: Suecia (2,44 %), los Países Bajos (2,23 %) y Bélgica (2,04 %).
Cuanto más importante es la inversión de las empresas en I+D, tanto mayor es el esfuerzo que se otorga a la investigación Entre los ocho países europeos cuyo esfuerzo de investigación es superior a la media, siete tienen una participación de las empresas superior al 66% en el gasto nacional en I+D. Por lo general, las empresas son los principales inversores del sector de la investigación en Europa. Sin embargo, no es el caso en todos los países. La educación superior es la principal fuente de fondos del sector de I+D en países como Letonia (55%), Portugal (40%) y Lituania (37%). Del mismo modo, la participación del Estado en la investigación es mucho más importante en países como Rumania (32%) y Grecia (23%). En el resto de Estados miembros de la Unión, las financiaciones directas de las administraciones públicas no superan el 20 %.
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