Un avión privado de 101 millones de euros para surcar el cielo a todo lujo

Más que un avión, una casa volante. Una nueva aeronave privada, un Airbus 320neo customizado para la compañía de vuelos chárter británica Acropolis Aviation, permitirá vuelos directos de hasta 9.600 kilómetros, o unas doce horas, mientras disfrutan de toda clase de lujos sus 19 pasajeros. Por la noche, el avión transforma sus asientos en cómodas camas para 17 personas, según ha publicado en su página web la empresa propietaria.

Si la capacidad convencional del avión es d...

Más que un avión, una casa volante. Una nueva aeronave privada, un Airbus 320neo customizado para la compañía de vuelos chárter británica Acropolis Aviation, permitirá vuelos directos de hasta 9.600 kilómetros, o unas doce horas, mientras disfrutan de toda clase de lujos sus 19 pasajeros. Por la noche, el avión transforma sus asientos en cómodas camas para 17 personas, según ha publicado en su página web la empresa propietaria.

Si la capacidad convencional del avión es de más de 180 pasajeros, es fácil imaginar la espaciosidad que logra el nuevo diseño, donde destaca un gran dormitorio doble y otro con un baño en suite que ocupa la parte trasera de la cabina. La autonomía de vuelo le permite conectar entre sí Nueva York y Tokio, Londres y Seattle o Los Ángeles y Auckland. El coste unitario de la aeronave es de 110,6 millones de dólares (unos 101 millones de euros), al que hay que añadir el de adecuación y decoración, que la compañía no ha revelado.

La aeronave aterrizó el pasado día 27 de febrero en el aeropuerto de Farnborough, en el sur de Inglaterra, tras pasar 13 meses en Basilea (Suiza), donde se construyó el espectacular diseño interior, fruto del trabajo de Yves Pickardt, de la casa de decoración de lujo Alberto Pinto de París. La misma compañía ha firmado la decoración de otros aviones de lujo, como un Boeing 747-8 de dos plantas o un Bombardier Global 6000. 

British Airways, Scandinavian Airlines, Lufthansa o Iberia tienen en su flota A320neo convencionales, un diseño más estrecho y más eficiente energéticamente que sus hermanos mayores de Airbus. La compañía comenzó la producción en 2012. En 2018, la compañía sufrió un revés y detuvo los vuelos de prueba por un problema con los motores turbohélice Pratt & Whitney, diseñados para ahorrar combustible. 

Hasta el pasado 29 de febrero (último dato disponible), la compañía había fabricado 1.248 de estos aviones en su factoría de Toulouse (Francia) hasta el pasado 29 de febrero. Este año, Airbus ha recibido 58 pedidos de la aeronave, de los que se han cancelado 15.