El Gobierno austriaco cierra una mezquita y una asociación “radicales” tras el atentado de Viena
El terrorista que mató a cuatro personas e hirió a 22 el pasado lunes en la capital del país frecuentó estas entidades
El Gobierno austriaco ha ordenado el cierre de una mezquita y una entidad que controla otro centro de rezo musulmán en Viena considerados “radicales”, cuatro días después del atentado perpetrado en el centro de la capital por un simpatizante del grupo yihadista Estado Islámico, según han anunciado este viernes en una rueda de prensa el ministro del Interior, Karl Nehammer, y la responsable de Integración, Susanne Raab. Según las investigaciones, el autor del atentado, que...
El Gobierno austriaco ha ordenado el cierre de una mezquita y una entidad que controla otro centro de rezo musulmán en Viena considerados “radicales”, cuatro días después del atentado perpetrado en el centro de la capital por un simpatizante del grupo yihadista Estado Islámico, según han anunciado este viernes en una rueda de prensa el ministro del Interior, Karl Nehammer, y la responsable de Integración, Susanne Raab. Según las investigaciones, el autor del atentado, que se cobró la vida de cuatro personas y dejó heridas a otras 22, frecuentó estas dos entidades. La ministra Raab ha asegurado que contribuyeron a radicalizar al terrorista, a tenor de los datos recogidos por los servicios de inteligencia internos. Las asociaciones que están detrás de estos centros de rezo musulmán también serán disueltas.
“Esto no es un ataque contra la religión, sino una lucha contra el extremismo. No es un ataque contra los miembros de una religión, sino una lucha conjunta contra el uso de la religión para la radicalización”, ha enfatizado Raab al explicar la decisión.
El terrorista, identificado como Kutjim F., de 20 años, que fue abatido nueve minutos después de iniciar el ataque, disparó contra viandantes en varios puntos del centro de Viena el pasado lunes, en torno a las 20.00. Sus padres son de origen albanés, naturales de Macedonia del Norte, aunque el terrorista poseía también pasaporte austriaco. El agresor tenía, además, antecedentes penales por asociación terrorista y fue condenado en abril de 2019 a 22 meses de prisión porque quería ir a Siria para unirse al ISIS. Estaba en libertad condicional desde el pasado diciembre. El ministro del Interior apuntó tras el atentado que será necesario revisar los protocolos de desradicalización, ya que el terrorista logró “engañar a todo el mundo" y salir en libertad sin que saltara ninguna alarma en torno a su actitud antes del ataque.
A medida que avanza la investigación sobre el entorno del terrorista, que ha llevado a la detención de 16 personas en Austria, otras dos en Suiza, así como multitud de registros, salen también a la luz posibles fallos de las fuerzas de seguridad que serán analizados en una comisión especial sobre el atentado. El pasado julio, el terrorista intentó sin éxito comprar munición en Eslovaquia y las autoridades de ese país informaron de ello a los servicios de inteligencia austriacos. Pero el intercambio de información, que al parecer en principio no permitió identificar al autor del atentado del lunes como el presunto comprador, no activó las alarmas a tiempo, ha afirmado estos días el Gobierno. Sin embargo, este viernes, el ministro Nehammer ha anunciado que se produjeron fallos inaceptables en el control del terrorista tras su salida de prisión, lo que ha llevado a la destitución de un responsable de los servicios de inteligencia internos de Viena. El jefe de la agencia contraterrorista de Viena ha sido apartado temporalmente de su puesto, ha informado el propio Nehammer.
Mientras, seis de los detenidos en relación con el atentado islamista han sido puestos en libertad después de que no se hayan confirmado las sospechas contra ellos, ha informado este viernes la Fiscalía de Viena. Para otros ocho detenidos se ha solicitado prisión preventiva y se está a la espera de una decisión, ha señalado una portavoz de la Fiscalía a la agencia EPA. Los otros dos detenidos no han sido aún enviados a prisión.
A los arrestados se les acusa de haber colaborado en el atentado o de tener vínculos con una organización terrorista relacionada con el ataque. Las investigaciones continúan también en Suiza, donde dos sospechosos han sido arrestados, y en Alemania, donde la policía ha registrado este viernes las viviendas y oficinas de otras cuatro personas que se creen vinculadas con el atacante de Viena.