Castex frena las reformas pendientes de Macron para dar otra oportunidad al diálogo social
Las modificaciones en los ámbitos de las pensiones y del seguro de desempleo se aplazan hasta 2021
Los tiempos de las reformas a toda velocidad de Emmanuel Macron han terminado. Las negociaciones sobre la controvertida reforma del sistema de pensiones de Francia no se retomarán antes de finales de año. Y otra contestada reforma, la del seguro de desempleo, tampoco empezará a aplicarse antes de 2021. Con estos gestos, facilitados por la urgencia que la crisis del coronavirus ha dado a otras preocupaciones económicas, el primer ministro, Jean Castex, abre una nueva puerta al diálogo socia...
Los tiempos de las reformas a toda velocidad de Emmanuel Macron han terminado. Las negociaciones sobre la controvertida reforma del sistema de pensiones de Francia no se retomarán antes de finales de año. Y otra contestada reforma, la del seguro de desempleo, tampoco empezará a aplicarse antes de 2021. Con estos gestos, facilitados por la urgencia que la crisis del coronavirus ha dado a otras preocupaciones económicas, el primer ministro, Jean Castex, abre una nueva puerta al diálogo social que se había dado prácticamente por cerrada durante el anterior Gobierno de Édouard Philippe.
“La prioridad de las prioridades es la lucha contra la crisis y el paro, y la vuelta a un crecimiento económico que sea rico en empleos duraderos”, zanjó Castex al término de la primera “conferencia de diálogo social” con sindicatos y patronales de su mandato, en la misma semana en que la Asamblea Nacional le dio el visto bueno a su gabinete. Los gestos relajados y hasta sonrientes de algunos de los representantes sindicales, tan distintos de los de los últimos encuentros con el Gobierno antes de que la crisis del coronavirus interrumpiera todo el curso político, revelaban que las palabras de Castex, quien desde su llegada a Matignon no ha dejado de insistir en su vocación de promover el diálogo social, no eran del todo huecas.
“Voluntad de diálogo social, una prioridad claramente fijada sobre el empleo, los jóvenes y la recuperación, regreso a las reglas de antes de 2019 para el seguro de desempleo, no a una reanudación inmediata del expediente de las pensiones. Una conferencia de diálogo social constructiva”, valoró el líder del sindicato moderado CFDT, Laurent Berger, quien al salir del encuentro dijo haber sentido una “verdadera sinceridad” en la vocación de Castex por el diálogo social.
“Parece que algo está cambiando en el método del Gobierno”, coincidió el presidente del sindicato CFE-CGC, François Hommeril, que ha venido manteniendo un discurso duro ante el Ejecutivo de Macron, según la Agencia France Presse. Hasta el líder del izquierdista FO, Yves Veyrier, también declaró a este medio que el de Castex es “un discurso de gaullista social que se aparta del de Macron”.
“Era muy importante demostrarle al pueblo francés que el diálogo existe, que nos sentamos a la mesa, que nos escuchamos, que nos respetamos”, dijo Castex en breves declaraciones a la prensa. Si algo se reprochó al Gobierno de Macron en sus primeros años, fue el trepidante ritmo de reformas —prometidas por otra parte durante su campaña— que llevó a cabo casi sin tener en cuenta a unos sindicatos muy ninguneados durante la reforma laboral y de la SNCF, la compañía pública de ferrocarriles, en 2018. El tren de las reformas sin embargo había ya comenzado a ralentizarse aun antes de la crisis del coronavirus, con un presidente bastante tocado ya por la larga crisis de los chalecos amarillos y las duras protestas —que paralizaron parte del país durante más de un mes— a finales de 2019 por la reforma del sistema de pensiones, cuyo curso acabó frenando en seco la epidemia.
De acuerdo con lo anunciado tras la cita del viernes, que se prolongó durante toda la mañana, la implementación de la totalidad de la reforma del seguro de desempleo, incluida las medidas que ya entraron en vigor en noviembre del año pasado y que endurecían las condiciones para cobrar el paro (haber trabajado seis meses durante un periodo de 24 meses, en vez de cuatro meses sobre 28), ha sido aplazada “hasta comienzos del año próximo”. Además, las discusiones sobre los cambios al sistema de pensiones están suspendidas “al menos hasta finales de año”, adelantó el presidente del sindicato de la pequeña y mediana empresa CPME, François Asselin, nada más concluir la reunión con Castex, que estuvo secundado por sus ministros de Economía y Recuperación, Bruno Le Maire; de la Transición Ecológica, Barbara Pompili; de Trabajo, Elisabeth Borne, y de Sanidad, Olivier Véran.
Que se haya comenzado con buen pie no quiere decir sin embargo que no vaya a haber obstáculos en un camino en el que el Gobierno, como han reiterado tanto Castex como el propio Macron esta misma semana, sigue considerando “necesaria” la reforma de las pensiones y prevé su implementación antes de que acabe su mandato, en 2022. “La instauración de un nuevo sistema de pensiones universal será mantenida”, subrayó Castex este viernes. “Simplemente, aplicaremos un nuevo método, retomando la concertación en los meses próximos para mejorar su contenido y su comprensión para los ciudadanos”, agregó.
“Habrá divergencias, lo sabemos, forma parte de la democracia, pero antes hay que saber hablarse, respetarse, y fijar vías y caminos para el futuro”, insistió.
El diálogo con los actores sociales continuará la semana que viene con la prioridad —en eso sí están de acuerdo todos— establecida en la recuperación económica y la preservación del empleo, especialmente el de los jóvenes. Un calendario “extraordinariamente exigente” según Castex para detallar también los estímulos de 100.000 millones de euros que el Gobierno quiere anunciar tras el regreso de las vacaciones estivales.