_
_
_
_
_

El macrismo (sin Macri) se impone en la provincia de Mendoza

Un partido de la alianza de Gobierno que apartó al presidente de la campaña triunfa en la última elección regional antes de las generales de octubre en Argentina

Federico Rivas Molina
El gobernador elector de Mendoza, Rodolfo Suárez (derecha), celebra su triunfo electoral junto a su mentor político, el gobernador radical Alfredo Cornejo.
El gobernador elector de Mendoza, Rodolfo Suárez (derecha), celebra su triunfo electoral junto a su mentor político, el gobernador radical Alfredo Cornejo.Telam
Más información
Macri: “Se puede dar vuelta esta elección”
Alberto Fernández cierra filas con los gobernadores peronistas

El macrismo ha celebrado esta noche en Mendoza, pero sin Mauricio Macri. La Unión Cívica Radical (UCR), un partido centenario que integra la alianza oficialista Cambiemos, ganó este domingo la gobernación con el 51% tras una campaña que borró de pancartas y actos oficiales al presidente. Los radicales “provincializaron” la campaña para que la mala imagen de Macri no lastrara las posibilidades de Rodolfo Suárez, delfín político del actual gobernador radical, Alfredo Cornejo. En segundo lugar, a más de 15 puntos de distancia, quedó la senadora peronista Anabel Fernández Sagasti. De poco le sirvió el apoyo explícito del candidato presidencial Alberto Fernández, que intentó sin éxito sumar un nuevo triunfo en la última elección provincial antes de las generales del 27 de octubre

Mendoza es el quinto distrito electoral del país e integra —junto a Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe— el grupo de las provincias consideradas grandes. Un sistema sin reelección permitió desde el regreso a la democracia en 1983 una atípica sucesión de gobiernos peronistas y radicales, a razón de cinco para cada uno. Suárez sucederá ahora a otro radical, Cornejo. La elección, sin embargo, ha sido un ejemplo de los esfuerzos de los aliados de Macri por tomar la mayor distancia posible del presidente y atraer a su electorado con discursos locales. El triunfo radical dará oxígeno a Macri, pero sería un error considerarlo el augurio de un cambio de tendencia en octubre. “La gente distingue y elige, pero tampoco hay que confundirse, eso no garantiza ningún resultado nacional”, advirtió el diputado Mario Negri, un hombre cercano a Macri que lidera el bloque oficialista en el Congreso.

El peronista Alberto Fernández ganó con casi el 50% las primarias del 11 de agosto, consideradas un anticipo de lo que sucederá en la elección definitiva del domingo 27 de de octubre. En Mendoza, Fernández obtuvo el 41% de los votos, contra 37% de Macri. Pero el hombre que responde a Macri acaba de ganar la gobernación con el 51%. La elección en Mendoza fue la foto del escenario político argentino: atomizado a nivel provincial, con poderes locales que han renovado sus mandatos en elecciones adelantadas de las nacionales; homogéneo a nivel nacional, con el peronismo como fuerza hegemónica.

Si los radicales “provincializaron” la campaña, el peronismo la nacionalizó. Alberto Fernández viajó durante la última semana a la provincia y arropó a Sagasti en un mitin al que sumó a una docena de gobernadores peronistas reelectos o en camino de ser elegidos. Incluso la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner apoyó a la candidata a gobernadora, sin éxito. Sagasti reconoció la derrota la noche del domingo incluso antes de la difusión de los resultados oficiales, consciente de que la diferencia con Suárez era irremontable. “Llamé al próximo gobernador para felicitarlo”, dijo en rueda de prensa. El oficialismo celebró más tarde y Macri felicitó por redes sociales al nuevo gobernador, aunque no viajó a la provincia. Envió en su lugar al ministro de Interior, Rogelio Frigerio.

Con esta elección regional, sólo restan definir los gobernadores de la provincia y la ciudad de Buenos Aires. Todo indica que la primera cambiará de color a favor del peronista Axel Kicillof y la segunda seguirá en manos del macrista Horacio Rodríguez Larreta. Si los resultados se confirman, el próximo presidente tendrá que administrar una Argentina con 16 provincias peronistas, 2 radicales-macristas y la capital cómo último reducto del macrismo puro. Los tres distritos “amarillos”, por el color de Cambiemos, tendrán el desafío de mantener viva la llama opositora al peronismo, aunque dependerá del resultado en octubre que sea Macri el armador de aquella fuerza.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_