El fuego destruye 840.000 hectáreas de campos en Argentina
Los incendios arrasan tierras productivas en Río Negro, La Pampa y sur de Buenos Aires
Todo comenzó en noviembre, con los primeros calores del fin de la primavera y el inicio del verano. Los primeros focos de incendio comenzaron tímidamente, producto de las tormentas eléctricas comunes en esa zona, que es puerta a la Patagonia argentina. Pero con el avance de los días, y la subida persistente de la temperatura, las llamas se multiplicaron, hasta destruir 800.000 hectáreas en el sur de la provincia de Buenos Aires, este de La Pampa y noreste de Río Negro. La superficie equivale a 41 veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires, ha matado a una cantidad aún no determinada de animales y quemado campos de pastura. Las imágenes difundidas por los lugareños dan una idea de la magnitud de la tragedia. “Las puertas del infierno”, dice un conductor que circula por la ruta 154 cerca de La Adela, mientras graba las llamas que se alzan a la vera del asfalto.
El vídeo, que pronto se volvió viral, se registró el el 31 de diciembre, pese a que su autor dice a la cámara que es 31 de enero. Una mujer a su lado no oculta sus nervios cuando el auto pasa por entre las llamas. La escena es una pequeña muestra de lo que están viviendo en la región.
El Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) difundió un mapa satelital que da cuenta de los estragos del fuego en diciembre en la provincia de Río Negro, 543.000 hectáreas que la foto muestra en color rojo, víctimas de un coctel explosivo de “tormentas eléctricas, gran calor, falta de lluvias, abundancia de pastos y las pocas medidas de prevención utilizadas que hace que sea muy difícil su control”, según explicaron en un comunicado. El panorama para enero “es muy complicado”, advierten los expertos del INTA, porque se trata del mes más caluroso y seco del año.
Algo más al norte, en La Pampa, en los alrededores de la población La Adela, el fuego destruyó 300.000 hectáreas de campos de pastura, en un frente que también alcanzó al extremo sur de Buenos Aires. Sólo durante el fin de semana pasado se iniciaron más de 30 nuevos incendios, consecuencia de las tormentas eléctricas. El personal de Defensa Civil cuenta con el apoyo de "un helicóptero observador y un avión hidrante" y trabaja "casi sin descanso desde la semana pasada”, dijo su subdirector, Damián Bollak. "Si el clima nos lo permite, esperamos que en el transcurso de la semana estén todos controlados", agregó.
El humo provocó también problemas en las carreteras, sobre todo sobre la ruta 22 que une Bahía Blanca con la capital de la provincia de Neuquén. Varios camiones y vehículos debieron ser asistidos varios kilómetros durante varios kilómetros en momentos en que las llamas se encontraban a varios lados del asfalto."En varios tramos de la ruta camiones y vehículos quedaron estacionados a un costado de la ruta debido a la baja visibilidad producto del humo y en forma preventiva", informó un vocero policial. Según reveló Defensa Civil La Pampa, el 60% de los incendios se originaron por rayos, el 27% por personas y el resto por causas desconocidas.
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